Legisladores de la oposición acusan al gobierno del presidente Rafael Correa de llevar a cabo transacciones financieras subrepticias con el régimen iraní.
El Banco Central de Ecuador desmintió este jueves acusaciones formuladas por varios legisladores acerca de la existencia de un mecanismo de triangulación financiera para permitirle a Irán lavar dinero en ese país.
El presidente del organismo, Pedro Delgado, dijo hoy que el sector público ecuatoriano no ha realizado transacciones financieras con el régimen iraní, y que todas las transferencias de dinero que se han hecho han sido de carácter privado.
Delgado, quien es primo del presidente de Ecuador, Rafael Correa, negó la existencia de transacciones bancarias entre ambos gobiernos aunque admitió que su país negocia la compra en Irán de derivados de petróleo por un monto de $400 millones de dólares.
Eso a pesar de que ante sospechas de que Teherán desarrolla un programa nuclear con fines militares, la Unión Europea decretó un embargo a la compra de crudo iraní y EE.UU. acordó sancionar a las instituciones que hagan negocios petroleros con ese país, señalado además como promotor del terrorismo.
En enero último, el presidente Correa se reunió en Quito con el gobernante iraní, Mahmud Ahmadinejad, y fuentes de la oposición destacan que entre los temas discutidos estuvo la utilización de un banco llamado Cofiec como vínculo financiero principal entre ambos países.
Cofiec es un banco privado intervenido a fines de 1990 y que aún permanece bajo control del gobierno ecuatoriano, según la oposición, que alega que su finalidad sería la de llevar a cabo transacciones con Irán sin la intervención directa del Banco Central de Ecuador para no tener que rendir cuentas públicas.
La oposición aduce que uno de los acuerdos firmados con Irán comprometió al Banco Central ecuatoriano a abrir una cuenta bancaria en un tercer país al que también tengan acceso los iraníes para canalizar de esa manera los intercambios y transacciones bilaterales.
De acuerdo con el presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Comercio de Ecuador, Blasco Peaherrera, tal mecanismo de pagos a través de terceros países tiene como finalidad burlar las sanciones financieras internacionales impuestas a Teherán y lavar activos iraníes.
Diputados de la oposición celebraron este jueves una audiencia en la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional en la que reiteraron sus críticas al acuerdo comercial suscrito por Correa con Irán y que aún no ha sido ratificado.
Según legisladores, el convenio “involucra directamente al Banco Central de Irán” lo que pone en riesgo también a Ecuador de ser objeto de sanciones internacionales.
Diputados opositores acusan además al gobierno de Correa de hacer todo lo contrario de lo que recomienda el Grupo de Acción Financiera Internacional, organismo que fija normas para combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
El presidente del organismo, Pedro Delgado, dijo hoy que el sector público ecuatoriano no ha realizado transacciones financieras con el régimen iraní, y que todas las transferencias de dinero que se han hecho han sido de carácter privado.
Delgado, quien es primo del presidente de Ecuador, Rafael Correa, negó la existencia de transacciones bancarias entre ambos gobiernos aunque admitió que su país negocia la compra en Irán de derivados de petróleo por un monto de $400 millones de dólares.
Eso a pesar de que ante sospechas de que Teherán desarrolla un programa nuclear con fines militares, la Unión Europea decretó un embargo a la compra de crudo iraní y EE.UU. acordó sancionar a las instituciones que hagan negocios petroleros con ese país, señalado además como promotor del terrorismo.
En enero último, el presidente Correa se reunió en Quito con el gobernante iraní, Mahmud Ahmadinejad, y fuentes de la oposición destacan que entre los temas discutidos estuvo la utilización de un banco llamado Cofiec como vínculo financiero principal entre ambos países.
Cofiec es un banco privado intervenido a fines de 1990 y que aún permanece bajo control del gobierno ecuatoriano, según la oposición, que alega que su finalidad sería la de llevar a cabo transacciones con Irán sin la intervención directa del Banco Central de Ecuador para no tener que rendir cuentas públicas.
La oposición aduce que uno de los acuerdos firmados con Irán comprometió al Banco Central ecuatoriano a abrir una cuenta bancaria en un tercer país al que también tengan acceso los iraníes para canalizar de esa manera los intercambios y transacciones bilaterales.
De acuerdo con el presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Comercio de Ecuador, Blasco Peaherrera, tal mecanismo de pagos a través de terceros países tiene como finalidad burlar las sanciones financieras internacionales impuestas a Teherán y lavar activos iraníes.
Diputados de la oposición celebraron este jueves una audiencia en la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional en la que reiteraron sus críticas al acuerdo comercial suscrito por Correa con Irán y que aún no ha sido ratificado.
Según legisladores, el convenio “involucra directamente al Banco Central de Irán” lo que pone en riesgo también a Ecuador de ser objeto de sanciones internacionales.
Diputados opositores acusan además al gobierno de Correa de hacer todo lo contrario de lo que recomienda el Grupo de Acción Financiera Internacional, organismo que fija normas para combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.