Con las revelaciones de Snowden sobre las escuchas de EE.UU., Washington no podrá presionar con la misma fuerza a China para que reconozca ataques cibernéticos desde su país.
Estados Unidos y China retoman sus conversaciones con un ambiente menos amistoso debido a las revelaciones de Edward Snowden.
Los informes del ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, harán más difícil para el gobierno del presidente Barack Obama confrontar a China en las pláticas de esta semana sobre el alegado robo cibernético de secretos comerciales valorados en cientos de miles de millones de dólares anuales.
La revelación de Snowden sobre vigilancia electrónica estadounidense en todo el mundo dará a China un argumento para contrarrestar los reclamos de Washington de que roba propiedad privada intelectual de empresas y centros de investigación estadounidenses.
La seguridad cibernética es el foco central de las pláticas de alto nivel entre ambos países, en Washington, las que mostrarán si el tono positivo mostrado por el presidente Barack Obama y el nuevo presidente chino Xi Jinping, el mes pasado, en una reunión cimera puede traducirse en cooperación en asuntos difíciles.
Destacados funcionarios estadounidenses, desde Obama para abajo, han tratado, desde hace mucho tiempo, de convencer a China que reconozca claramente entre lo que es el espionaje cibernético revelado por Snowden y el robo de tecnología.
Los informes del ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, harán más difícil para el gobierno del presidente Barack Obama confrontar a China en las pláticas de esta semana sobre el alegado robo cibernético de secretos comerciales valorados en cientos de miles de millones de dólares anuales.
La revelación de Snowden sobre vigilancia electrónica estadounidense en todo el mundo dará a China un argumento para contrarrestar los reclamos de Washington de que roba propiedad privada intelectual de empresas y centros de investigación estadounidenses.
La seguridad cibernética es el foco central de las pláticas de alto nivel entre ambos países, en Washington, las que mostrarán si el tono positivo mostrado por el presidente Barack Obama y el nuevo presidente chino Xi Jinping, el mes pasado, en una reunión cimera puede traducirse en cooperación en asuntos difíciles.
Destacados funcionarios estadounidenses, desde Obama para abajo, han tratado, desde hace mucho tiempo, de convencer a China que reconozca claramente entre lo que es el espionaje cibernético revelado por Snowden y el robo de tecnología.