La actividad manufacturera en Estados Unidos se aceleró en agosto por encima de un máximo en 14 años impulsada por un aumento de los nuevos pedidos, pero la creciente preocupación por el aumento del costo de las materias primas por los aranceles a las importaciones podría contener la expansión.
El Instituto de Gerencia y Abastecimiento, ISM, informó el martes que su índice nacional de actividad fabril subió a 61.3 el mes pasado, la mejor lectura desde mayo de 2004, desde 58.1 en julio. Una lectura superior a 50 indica crecimiento en las manufacturas, que responden por casi 12 por ciento de la economía estadounidense.
El ISM indica que la demanda sigue siendo “robusta”, pero advirtió que “los recursos laborales y cadenas de suministro de la nación siguen enfrentando dificultades”.
Según el instituto, quienes respondieron al sondeo “nuevamente estaban muy preocupados por actividades vinculadas a los aranceles, incluyendo el cómo los aranceles recíprocos afectarán los ingresos actuales de las compañías y a las instalaciones manufactureras”.
La política comercial “Estados Unidos Primero” del presidente Donald Trump ha llevado a una escalada de la guerra comercial con China y a aranceles recíprocos con otros socios comerciales, incluyendo a la Unión Europea, Canadá y México.
Trump ha defendido los aranceles a las importaciones de acero y aluminio y a una serie de bienes chinos como necesarios para proteger a industrias estadounidenses de lo que dice que es una competencia extranjera injusta.
Economistas han advertido que los aranceles podrían interrumpir cadenas de suministro, minar la inversión empresarial y frenar el impulso económico.
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