Una combinación sin precedentes de bajo desempleo, débil inflación y bajas tasas de interés ha hecho que la Reserva Federal se plantee cómo luchar contra la próxima recesión, mientras expertos debaten nuevos enfoques de la regulación financiera y una revisión completa de la estrategia de la entidad.
En una conferencia de tres días en San Diego, California, sobre una serie de temas económicos, destacó uno especialmente: la visión convencional de los bancos centrales en la que el bajo desempleo produce una inflación no deseada que las autoridades a cargo de la política monetaria pueden contrarrestar con alzas de las tasas de interés está muy erosionada, tal vez completamente obsoleta.
No solo conviven un desempleo bajo y una inflación débil, sino que las tasas de interés mundiales están estancadas en niveles muy bajos, y es tan improbable que suban que la Reserva Federal y otros bancos centrales pueden entrar en la próxima recesión con poco margen para reducirlas antes de llegar a cero y tener entonces que recurrir a otras estrategias.
La Fed se encuentra en medio de una amplia revisión de su estrategia de política monetaria que concluirá a finales de este año. Actualmente se considera que la economía marcha bien, y que es poco probable que se produzca una recesión a corto plazo, lo cual es un buen momento, según los representantes, para introducir cualquier cambio.
La conferencia en San Diego produjo una gran cantidad de ideas, incluyendo un llamado del ex presidente de la Fed Ben Bernanke a hacer que las herramientas de política monetaria antes consideradas como no convencionales sean una parte permanente del arsenal del banco central.
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