El Departamento de Estado estadounidense condenó la muerte del capitán de corbeta de la Armada venezolana, Rafael Acosta Arévalo, y acusó al gobierno en disputa de Nicolás Maduro de torturarlo hasta la muerte.
Acosta Arévalo se encontraba bajo custodia tras ser detenido por su supuesto vínculo con un complot para derrocar y asesinar al presidente Nicolás Maduro.
La esposa del militar, Waleska Pérez, dijo que su marido fue llevado a un tribunal el viernes y después que fue visto por la jueza, se ordenó su traslado a un centro asistencial en el Fuerte Tiuna, un vasto complejo militar donde también está la sede del Ministerio de Defensa, en Caracas, donde murió horas después.
Alonso Medina Roa, miembro del equipo de defensa del militar, informó que las autoridades no han dicho las causas que motivaron el deceso del oficial ni han entregado el cuerpo. “Ha habido mucho hermetismo”, afirmó, descartando que Arévalo presentara alguna dolencia previa a su detención.
"Esta no es la primera vez que el régimen de Maduro utiliza la violencia contra sus presos políticos", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, en un comunicado.
"Estados Unidos hace un llamado a las democracias del mundo a que se unan a nosotros para condenar esta última violación de los derechos humanos y para ejercer presión para lograr la rendición de cuentas contra los agresores", dijo el texto el domingo.
También lea Gobierno de Maduro confirma muerte de militar detenido, familia denuncia torturasEl texto, que aludió a "los asesores cubanos" de Maduro, expresó las condolencias a los familiares de militar fallecido.
Acosta Arévalo había sido detenido el 21 de junio por fuerzas de seguridad. Fue presentado el viernes pasado en el tribunal militar tercero de control en un deplorable estado de salud, afirmó el activista Alonso Medina Roa, miembro del equipo de defensa del militar.
Era parte del grupo de seis funcionarios, cuatro militares y dos policías judiciales, que fueron apresados en medio de la visita que realizó entre el 19 y 21 de junio a la capital venezolana Bachelet.
Los seis funcionarios fueron implicados con otras ocho personas en un complot que estaba previsto para el 23 y 24 de junio y que contemplaba el presunto asesinato del Maduro; el jefe de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello; la primera dama Cilia Flores, y un grupo de generales, según informó esta semana el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez.
El texto del Departamento de Estado expresó que "este asesinato sin sentido es una evidencia de que Maduro continuará matando a su gente, robando a la nación venezolana y mintiendo al mundo para quedarse en el palacio de Miraflores".
"Unámonos y apoyemos al pueblo de Venezuela en su búsqueda por el fin inmediato de estos actos atroces y la restauración de su democracia", concluyó el comunicado.
La muerte de Acosta Arévalo ha generado un repudio general dentro y fuera de Venezuela.
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