Este martes en que se celebra el Día Mundial del Agua, el secretario de Estado Antony Blinken resaltó en un comunicado la importancia de acciones para proteger el vital recurso natural, cuando "millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a agua potable y saneamiento, y los suministros de agua son cada vez más escasos e impredecibles".
La fecha, escogida por la Organización de Naciones Unidas, se celebra desde 1992, año en el que tuvo lugar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro y en la que surgió la propuesta.
La primera celebración ocurrió en 1993 tras la aprobación de una resolución en la ONU.
En su comunicado, Blinken resaltó que el agua es uno de los recursos más preciados del mundo. "Ya sea para mitigar y adaptarse a los impactos del cambio climático, fortalecer la seguridad sanitaria mundial, mejorar el acceso a los alimentos o asegurar los recursos energéticos, el agua es esencial para abordar estos problemas y construir un futuro mejor".
A su vez recordó que "millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a agua potable y saneamiento, y los suministros de agua son cada vez más escasos e impredecibles".
"Debemos actuar para fortalecer la seguridad del agua para todos", enfatizó.
Blinken además afirmó que la "seguridad hídrica" es clave para avanzar en los objetivos de Estados Unidos y sus aliados.
"Estados Unidos está invirtiendo en recursos hídricos e infraestructura en el país y en el extranjero a través de la Estrategia Global del Agua de EE. UU., un enfoque de todo el gobierno para promover nuestra visión de un mundo con agua segura", afirmó el texto firmado por Blinken.
El comunicado de la ONU indica que "2.200 millones de personas viven sin acceso a agua potable.
Este 2022, indicó el texto de la ONU, el foco de atención se centra en las aguas subterráneas, unas aguas invisibles cuyos efectos se aprecian en todas partes.
"Se trata de aguas que se encuentran bajo tierra, en los acuíferos (formaciones de rocas, arenas y gravas que contienen cantidades importantes de agua). Tras alimentar manantiales, ríos, lagos y humedales, las aguas subterráneas finalmente se filtran a los océanos. Su principal fuente de recarga es la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo y pueden extraerse a la superficie por medio de bombas y pozos", explicó la ONU.
El secretario de Estado aseguró que trabajan en un esfuerzo por integrar la seguridad y gestión del agua en los esfuerzos de adaptación climática.
"A través de nuestro compromiso de conservar el 30 por ciento de nuestra tierra y aguas para 2030, ayudaremos a mantener los ecosistemas que son tan cruciales para la seguridad del agua. Además, el Plan de Emergencia para la Adaptación y la Resiliencia del Presidente (PREPARE) apoyará los esfuerzos de adaptación climática de más de 500 millones de personas en todo el mundo. Invertir en adaptación aborda los desafíos inmediatos del agua y construye un futuro resiliente", indicó el comunicado.
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