EE.UU. insta a Cuba a liberar a disidente encarcelado en huelga de hambre

El disidente cubano Tomas Nuñez Magdariaga lleva 50 días de huelga de hambre en La Habana, Cuba.

El Departamento de Estado de Estados Unidos expresó en un comunicado que está "gravemente" preocupado por la salud de un disidente preso en Cuba, quien según reportes se mantiene en huelga de hambre desde hace más de 50 días para protestar por su encarcelamiento.

En el texto, las autoridades estadounidenses solicitaron la inmediata liberación del opositor Tomás Núñez Magdariaga, miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), uno de los grupos disidentes más grandes de la isla.

"Entendemos que su salud se encuentra en un estado crítico y que las autoridades le han negado a su familia la oportunidad de verlo", indica el texto emitido el jueves.

"Las autoridades cubanas arrestaron al Sr. Núñez (...) por cargos falsos y lo condenaron en un juicio falso, durante el cual le negaron la oportunidad de presentar testigos a su favor", expresó el comunicado.

Su caso ha sido denunciado por el líder de UNPACU, José Daniel Ferrer, quien ha afirmado que Núñez fue condenado a un año de cárcel por supuestamente amenazar a un agente de seguridad.

Ferrer ha dicho que el agente posteriormente se retractó.

Las autoridades cubanas no suelen responder a este tipo de críticas ni comentar públicamente acerca de la existencia de una oposición en la isla.

El gobierno cubano considera a los disidentes como agentes al servicio de gobiernos extranjeros, fundamentalmente de EE.UU.

En el pasado eran condenados a largas penas de cárcel, pero en los últimos años los detienen por unas horas o días para reducir la presión internacional. Grupos de derechos humanos consideran que sigue existiendo una campaña de hostigamiento y represión contra la disidencia.

El propio Ferrer fue condenado a más de 20 años de cárcel en 2003, como parte de una redada que se conoció como la Primavera Negra, cuando el gobierno puso tras las rejas a 75 opositores.

Todos fueron liberados entre 2010 y 2011, en virtud de un acuerdo del gobierno del expresidente Raúl Castro y la Iglesia Católica. La mayoría salió al exilio hacia España y EE.UU. Doce de ellos permanecieron en Cuba, entre ellos Ferrer.