Los presidentes hablaron en la noche del miércoles y "acordaron trabajar estrechamente en el curso de esta investigación", dijo la Casa Blanca.
Los presidentes Barack Obama, de Estados Unidos y Mohamed Magarief, de Libia, acordaron cooperar estrechamente en la investigación del ataque perpetrado este miércoles contra el consulado de Estados Unidos en Bengasi, en el que murió el embajador Christopher Stevens y otros tres ciudadanos estadounidenses.
Los presidentes hablaron en la noche del miércoles y "acordaron trabajar estrechamente en el curso de esta investigación", dijo la Casa Blanca.
Obama agradeció además las muestras de condolencia de parte de Magarief por la trágica muerte del embajador Stevens, Sean Smith y otros dos funcionarios, y por la cooperación del gobierno y pueblo libios al responder al ataque.
El mandatario estadounidense también llamó al presidente egipcio Mohamed Morsi para hablar sobre las protestas en ese país y dijo que Egipto "debe cooperar con Estados Unidos para asegurar las instalaciones diplomáticas y el personal estadounidense", dijo la Casa Blanca.
Las protestas por una película producida en Estados Unidos que presenta al profeta Mahoma como un desquiciado se tornaron mortales en la segunda ciudad más grande de Libia, en lo que los funcionarios del Gobierno estadounidense dijeron pudieron ser asaltos planeados con anticipación.
Mientras tanto, la fuerza naval de Estados Unidos está moviendo dos destructores hacia la costa de Libia, dando la flexibilidad al Gobierno del presidente Obama para cualquier acción futura contra objetivos libios.
El Ejército también está enviando un equipo de seguridad anti-terrorista del cuerpo de infantes de marina para aumentar la seguridad en Libia, y Washington ordenó la evacuación de todo el personal estadounidense de Bengasi a Trípoli.
Los presidentes hablaron en la noche del miércoles y "acordaron trabajar estrechamente en el curso de esta investigación", dijo la Casa Blanca.
Obama agradeció además las muestras de condolencia de parte de Magarief por la trágica muerte del embajador Stevens, Sean Smith y otros dos funcionarios, y por la cooperación del gobierno y pueblo libios al responder al ataque.
El mandatario estadounidense también llamó al presidente egipcio Mohamed Morsi para hablar sobre las protestas en ese país y dijo que Egipto "debe cooperar con Estados Unidos para asegurar las instalaciones diplomáticas y el personal estadounidense", dijo la Casa Blanca.
Las protestas por una película producida en Estados Unidos que presenta al profeta Mahoma como un desquiciado se tornaron mortales en la segunda ciudad más grande de Libia, en lo que los funcionarios del Gobierno estadounidense dijeron pudieron ser asaltos planeados con anticipación.
Mientras tanto, la fuerza naval de Estados Unidos está moviendo dos destructores hacia la costa de Libia, dando la flexibilidad al Gobierno del presidente Obama para cualquier acción futura contra objetivos libios.
El Ejército también está enviando un equipo de seguridad anti-terrorista del cuerpo de infantes de marina para aumentar la seguridad en Libia, y Washington ordenó la evacuación de todo el personal estadounidense de Bengasi a Trípoli.