Los precios al consumidor en Estados Unidos reflejaron un alza moderada de un 0,1 % en mayo y su menor avance anual en más de dos años, pero algunos indicadores de la inflación subyacente permanecen altos.
Comparado con el mismo mes del año pasado, la inflación bajó al 4 % en mayo, la cifra para 12 meses más baja en más de dos años y bastante menos que el 4,9 % registrado en abril. El descenso se debió a menores incrementos en los precios de la gasolina, productos de supermercado y otros artículos.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) anual alcanzó un máximo del 9,1 % en junio de 2022, su mayor aumento desde noviembre de 1981, y ha ido disminuyendo a medida que las grandes subidas del año pasado desaparecen del cálculo.
El informe del Departamento del Trabajo se publicó en momentos en que las autoridades de la Reserva Federal se preparan para una reunión de política monetaria de dos días.
Los datos de este mes han ofrecido una imagen dispar del mercado laboral: las nóminas no agrícolas aumentaron sólidamente en mayo, pero la tasa de desempleo subió a un máximo de siete meses del 3,7 % desde un mínimo de 53 años del 3,4 % en abril.
También lea El dólar se tambalea ante los indicios de que la Fed no subirá las tasas en junioLos economistas consideran que la continua disminución de la inflación y el mercado laboral dan al banco central estadounidense un margen suficiente para no subir las tasas el miércoles después de aumentarlas 10 veces seguidas desde marzo de 2022.
Lo que se espera es que el miércoles la Fed anuncie que dejará sin variar las tasas pero que considerará volver a aumentarlas en julio.
Sin embargo, la Fed tiende a concentrarse en la llamada inflación subyacente, que excluye rubros más volátiles como los alimentos y la energía, y por lo general ofrece un panorama más claro de la inflación.
En general, la inflación se está desacelerando, gracias a los costos de la energía y los alimentos. Los precios de las materias primas alimentarias han retrocedido a niveles anteriores a la invasión de Rusia a Ucrania.
No obstante, la persistencia de la inflación subraya el dilema para el banco central: la economía ha desafiado los vaticinios de una recesión y, al contrario, las empresas han seguido contratando personal, los sueldos han estado aumentando y los trabajadores han estado gastando.
También lea Aprobación de Biden con poco cambio, en 41 %, refleja encuestaSi bien una economía activa es una buena noticia para las familias y las empresas, también puede provocar inflación.
Algunos economistas argumentan que muchas compañías están manteniendo los precios altos artificialmente, más de lo necesario para cubrir sus gastos, a fin de abultar sus ganancias.
Los consumidores tendrían que dejar de gastar masivamente antes de que los negocios reduzcan sus precios. Entretanto, la solidez del mercado laboral está alentando a la ciudadanía a seguir gastando.
[Con información de AP y Reuters]
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