Las naciones del triángulo norte de Centroamérica esperan el apoyo de Estados Unidos para enfrentar los difíciles retos de la inseguridad y la falta de desarrollo y el presidente Barack Obama respondió a esa urgencia solicitando 1.000 millones de dólares en su presupuesto 2016 con destino a El Salvador, Guatemala y Honduras.
Esos conceptos fueron expresados por el Dr. José Miguel Cruz, experto en temas centroamericanos enfocados en factores como desarrollo y lucha contra la violencia, y en entrevista con la Voz de América dijo que hay elementos básicos sobre los que se debe trabajar.
“Este debe ser un proceso de profunda voluntad política de los líderes regionales para lograr un proceso de gobernabilidad transparente y efectiva para lidiar con los problemas que enfrentan y que necesitan resolver”, dijo el Dr. Cruz.
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Más adelante y refiriéndose a los mecanismos necesarios para lograr resultados, Cruz advirtió que “La ayuda es necesaria, pero esos gobiernos deben ajustar las políticas económicas y sociales para ajustarlas a cambios que incidan en la lucha contra la corrupción y se actúe con total transparencia”, concluyó.
El Dr. Cruz, quien es Director de Investigaciones en el Centro para Latinoamérica y el Caribe en la Universidad Internacional de la Florida, afirma que sin voluntad política y medidas efectivas de control el apoyo a Centroamérica seguirá siendo impracticable como lo fue en los últimos 20 años.
“El paso principal para lograr estos objetivos debe centrarse en fortalecer las instituciones democráticas en estos países y en esto serán los ciudadanos los que deben tener un papel fundamental para controlar y supervisar a sus gobernantes”, dijo Cruz.
Por su parte, los gobiernos de las naciones que se beneficiarían con esta ayuda agradecieron esta iniciativa y recordaron que ese fue el pedido que plantearon en varias reuniones que sostuvieron en Washington DC, tanto con el presidente Barack Obama, como con el vicepresidente Joe Biden y el secretario de Justicia, Eric Holder.