Como estaba previsto, Estados Unidos y China aplicaron el domingo sus últimos aumentos arancelarios contra los productos que importan del otro, lo que seguramente aumentará los precios que los estadounidenses pagan por todo tipo de artículos de fabricación china, desde prendas de vestir hasta artículos deportivos antes de la ajetreada temporada de compras navideñas.
El gravamen estadounidense del 15% afectará a importaciones chinas por valor de unos 112.000 millones de dólares. En total, más de dos tercios de los artículos de consumo que importa Estados Unidos de China pagarán ahora impuestos más altos. El gobierno había evitado en su mayor parte los bienes de consumo en las rondas anteriores de subidas arancelarias.
También lea Trump ratifica aumento de aranceles a China el domingoSin embargo, ahora que es probable que suban los precios de muchos productos de consumo, la iniciativa del gobierno amenaza el principal motor de la economía estadounidense: el gasto del consumidor.
A medida que las empresas reducen su inversión y las exportaciones pierden impulso ante un crecimiento global débil, los compradores estadounidenses han sido un factor clave en la economía del país.
Como resultado del aumento de los aranceles de Trump, muchas empresas estadounidenses han advertido que se verán obligadas a trasladar a sus clientes los precios más altos que pagarán por las importaciones chinas. Algunas empresas, sin embargo, pueden decidir al final absorber el alza de los costos en lugar de subir los precios a sus clientes.
En China, las autoridades comenzaron el domingo al mediodía a cobrar aranceles más altos a las importaciones estadounidenses, según empleados que contestaron el teléfono en las oficinas de aduanas de Beijing y en el puerto sureño de Guangzhou. Los empleados se negaron a dar sus nombres.
Los nuevos aranceles chinos, del 10% y el 5%, comenzaron a aplicarse a artículos que van desde maíz dulce congelado e hígado de cerdo hasta neumáticos de bicicleta y mármol, informó previamente el gobierno.
Después del alza de los aranceles del domingo, el 87% de los textiles y prendas de vestir que Estados Unidos compra a China y el 52% de los zapatos estarán sujetos a impuestos de importación.
El 15 de diciembre, el gobierno de Trump tiene previsto imponer una segunda ronda de aranceles del 15%, esta vez sobre aproximadamente importaciones por un valor de 160.000 millones de dólares. Si esos gravámenes entran en vigor, se verán afectadas prácticamente todas las mercancías que se importan de China.