China espera mientras Trump habla con otros líderes

El presidente Donald Trump habla por teléfono con el presidente ruso. Enero 28, 2017.

Analistas opinan sobre la tardanza del nuevo mandatario estadounidense en comunicarse con el líder de China.

Desde que fue investido en enero el presidente de Estados Unidos Donald Trump ha hablado con más de una docena de líderes mundiales. Una lista de la Casa Blanca dada muestra conversaciones con 16 gobernantes, entre ellos muchos aliados tradicionales de Washington, e incluso Rusia.

Para algunos, un país curiosamente ausente es China. Y eso tiene a observadores preguntándose no solo la razón, sino cuándo Trump hablará con su contraparte chino Xi Jinping.

Desde que asumió el poder Trump se ha dedicado mayormente a asuntos internos y de seguridad nacional, y analistas dicen que su promesa de poner a Estados Unidos primero significa que necesita enfocarse en traer empleos de regreso al país, y no en una nación acusada de robarse esas oportunidades.

La promesa de campaña del presidente estadounidense de traer de regreso empleos al país no solo está en contra de los intereses de China, sino que las declaraciones del gobierno de Trump sobre lo que Beijing considera como asuntos de “su interés principal”, como las disputas en el Mar de la China Meridional o una decisión de hablar con la presidente de Twaiwán, Tsai Ing-wen, han incomodado a China.

“Desde la perspectiva del señor Trump él tiene que decidir sus políticas, algunas veces hay contradicciones y todo eso, antes de que pueda tener una conversación coherente con el presidente Xi”, dice Oh Ei Sun, un miembro senior de la Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam, en Singapur,

Sigue en el radar

La demora no parece significar que China no está en el radar de Trump, dice Wong Ming-hsien, profesor del Instituto de Graduados en Asuntos Internacionales y Estratégicos de la Universidad Tamkang, en Taiwán.

Wong dice que cuando se hacen tratos con China, no se trata solo de un asunto. Cuando se habla de las relaciones Estados Unidos-China, hay varios temas que incluyen la moneda china, el déficit comercial, la seguridad cibernética y otros asuntos.

“Cuando se trata un tema relacionado con China, siempre hay muchos otros temas complejos que surgen”, dice Wong.

En contraste, Wong dice que muchos de los temas a los que Trump se ha dedicado son aquellos en los que Estados Unidos puede tomar la decisión por sí solo; como el reciente viaje del secretario de Defensa Jim Mattis a Corea del Sur y Japón, o las recientes llamadas telefónicas de Trump con líderes como el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull y el presidente de México, Enrique Peña Nieto.

“China es la otra súper-potencia y creo que incluso con el señor Trump, él tomará algunas precauciones al realizar esa conversación”, dice Oh Ei Sun. “Pienso que el presidente Trump y el presidente Xi se reunirán en un futuro muy cercano, sea en una cumbre bilateral o al margen de una conferencia internacional”, añade el experto.

Sin embargo, Wong dice que tiene sentido que Trump trate de no enfocarse en los asuntos políticos de China ahora, porque la atención del presidente Xi este año también está enfocada en asuntos internos.

China tiene pendiente para este año una reorganización de su liderazgo, que se realiza cada cinco años, durante la cual se espera que Xi trate de solidificar más su poder.

Mensaje escondido

Wong dice que para los asuntos más espinosos Trump podría esperar hasta seis meses antes de tratar temas importantes con China.

Algunos analistas ven la demora como un mensaje escondido o una táctica de Trump. Ellos creen que destaca la forma como el nuevo gobierno de Estados Unidos puede renovar completamente los canales y mecanismos que los dos países usan para interactuar.

Shi Yinhong, un especialista en Ciencias Políticas de la Universidad Renmin de Beijing, dice que al igual que ha hecho con otros líderes, Trump parece estar tratando de demostrar su dureza.

“Esa ausencia de una llamada telefónica de Trump a Xi Jinping parece indicar un intento deliberado por parte del presidente Trump para demostrar que va a ser más firme”, indica Shi.

Dadas las negativas declaraciones de Trump durante la campaña y las críticas a China en los campos económico, financiero y de seguridad, una llamada ayudaría a aclarar las cosas.

“Una llamada telefónica no puede resolver asuntos concretos importantes, pero lo que se requiere es un intercambio de saludos o Buena voluntad entre los dos presidentes, lo que lamentablemente aún no ha pasado”, dijo Shi.