Republicanos y demócratas mantienen diferencias, pero deberán ceder en puntos claves para lograr un acuerdo.
Con el “abismo fiscal” como preocupación principal, los legisladores republicanos regresan a Washington esta semana tras el feriado de Acción de Gracias, dando muestras de estar listos para romper su promesa de no subir impuestos.
“La única promesa que deberíamos estar haciendo es evitar convertirnos en otra Grecia. Y los republicanos deberían poner los ingresos sobre la mesa de discusión”, dijo el senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham en el programa This Week, de la cadena ABC.
Sus comentarios fueron precedidos por los de otro republicano, el senador Saxby Chambliss de Georgia, quien dijo la semana pasada que él ya no se guía por esa promesa.
“A mí me importa más mi país que lo que me importa una promesa de hace 20 años”, dijo en una entrevista.
El congresista por Nueva York, Peter King, coincidió en esa idea. “Estoy de acuerdo con Saxby Chambliss –una promesa que firmó hace 20 años, hace 18 años, era para ese Congreso… El mundo ha cambiado y la situación económica es diferente”, dijo al programa Meet the Press de la cadena NBC.
Por otro lado, el senador demócrata Richard Durbin, de Illinois, dijo que los demócratas se arriesgan a enfadar a los seguidores de su partido aprobando reformas que representen ahorros para programas que proveen cuidado de salud para los jubilados como Medicaid y Medicare.
“Queremos que Medicare permanezca para los ancianos de hoy y los de mañana también. Podemos hacer significativas reformas sin comprometer la integridad del programa”, enfatizó el senador.
De manera que las diferencias entre los partidos continúan. En general, los republicanos dicen que la mejor forma de mejorar los ingresos del gobierno es limitando las deducciones de impuestos, en lugar de aumentar las tasas impositivas a los ricos, como desean el presidente Obama y los legisladores demócratas.
Los economistas dicen que Estados Unidos enfrentaría otra recesión económica si no se logra un acuerdo sobre la deuda y entran en efecto los aumentos de impuestos y recortes de gastos el año próximo.
“La única promesa que deberíamos estar haciendo es evitar convertirnos en otra Grecia. Y los republicanos deberían poner los ingresos sobre la mesa de discusión”, dijo el senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham en el programa This Week, de la cadena ABC.
Sus comentarios fueron precedidos por los de otro republicano, el senador Saxby Chambliss de Georgia, quien dijo la semana pasada que él ya no se guía por esa promesa.
“A mí me importa más mi país que lo que me importa una promesa de hace 20 años”, dijo en una entrevista.
El congresista por Nueva York, Peter King, coincidió en esa idea. “Estoy de acuerdo con Saxby Chambliss –una promesa que firmó hace 20 años, hace 18 años, era para ese Congreso… El mundo ha cambiado y la situación económica es diferente”, dijo al programa Meet the Press de la cadena NBC.
Por otro lado, el senador demócrata Richard Durbin, de Illinois, dijo que los demócratas se arriesgan a enfadar a los seguidores de su partido aprobando reformas que representen ahorros para programas que proveen cuidado de salud para los jubilados como Medicaid y Medicare.
“Queremos que Medicare permanezca para los ancianos de hoy y los de mañana también. Podemos hacer significativas reformas sin comprometer la integridad del programa”, enfatizó el senador.
De manera que las diferencias entre los partidos continúan. En general, los republicanos dicen que la mejor forma de mejorar los ingresos del gobierno es limitando las deducciones de impuestos, en lugar de aumentar las tasas impositivas a los ricos, como desean el presidente Obama y los legisladores demócratas.
Los economistas dicen que Estados Unidos enfrentaría otra recesión económica si no se logra un acuerdo sobre la deuda y entran en efecto los aumentos de impuestos y recortes de gastos el año próximo.