El mandatario Hondureño, Porfirio Lobo, junto a su ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, se reunieron con varios delegados del gobierno estadounidense en Miami para acordar los términos de la ayuda para el país centroamericano.
Lobo aseguró a una cadena local de radio que "Pronto habrá personal estadounidense aquí (...) y eso es bueno para la tranquilidad de los hondureños".
EE.UU. acordó enviar a dos expertos en temas de seguridad para instruir y asesorar al Presidente hondureño y al Ministerio de Seguridad. Inicialmente los emisarios de Washington harán un diagnóstico sobre criminalidad en Honduras y luego apoyarán la aplicación de correctivos.
Además de EE.UU., Colombia y Chile también se unieron a la causa de frenar la inseguridad en Honduras brindando asesoría con estrategias para luchar contra el crimen organizado y el narcotráfico, dos flagelos que aquejan a los hondureños.
"Se verá cómo triangular acciones entre varios países, como Colombia y Chile, para resolver este problema de la seguridad", expresó el ministro de seguridad de Honduras, Pompeyo Bonilla.
Honduras se ha convertido en uno de los países más inseguros del continente, con una tasa de 82 homicidios por cada 100.000 habitantes, una de las más altas del mundo según la ONU.
El presidente ha tomado medidas como el retiro de cerca de 14.000 efectivos de la policía debido a sus escasos resultados.