EE.UU. pide reservar datos de virus

La principal preocupación es que divulgar detalles de la investigación pudeda ayudar a los terroristas a crear un arma biológica para atacar a la población

El gobierno de Estados Unidos pidió a los científicos que no publiquen los detalles sobre cómo producir una versión del mortífero virus de gripe aviaria que crearon en laboratorios estadounidenses y europeos.

Institutos Nacionales de Salud dijeron que era importante que el resultado general de la investigación sea publicado en revistas científicas, porque indican que pudiera ser más fácil de lo que se pensaba que el virus de la gripe aviaria mute por su cuenta y se convierta en una mayor amenaza.

Sin embargo, advirtieron su preocupación de que publicar los detalles pudiera ayudar a los terroristas a crear un arma biológica.

"Es una investigación muy importante", dijo la doctora Amy Patterson, directora de políticas científicas de los organismos. A medida en que ese virus evoluciona en la naturaleza, queremos poder detectar rápidamente las mutaciones que pudieran indicar que el virus se está acercando a una forma que pudiera migrar a diferentes especies más fácilmente".

La gripe aviaria, conocida formalmente como H5N1, infecta ocasionalmente a personas que tienen contacto estrecho con aves infectadas, especialmente en partes de Asia. Es sumamente mortífera cuando infecta a las personas, porque es muy diferente de las gripes humanas típicas. La preocupación es que un día una variante sea transmisible entre personas.

Los Institutos de Salud pagaron por dos estudios, uno en la Universidad Eresmus en Holanda y el otro en la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, para tratar de entender mejor los factores que pudieran estimular la capacidad del virus para diseminarse. Dijeron que los científicos modificaron genéticamente el virus, creando una variante que se transmite fácilmente entre hurones, una especie cuya respuesta a la influenza es similar a la de los humanos.

Los asesores de bioseguridad del gobierno revisaron los estudios como fueron presentados a dos revistas científicas: Science y Nature. Siguiendo las recomendaciones de la junta de asesores, el Departamento de Salud le pidió a los científicos y editores de las revistas que no publicasen la información genética completa que pudiera permitir a alguien copiar el trabajo.

El gobierno establecerá una vía para que los científicos interesados en esos trabajos tengan acceso a detalles genéticos no publicados, dijo.

Pero en una declaración, el director editorial de Science, doctor Bruce Alberts, dijo que a la revista "le preocupa la posibilidad de retener información científica potencialmente importante sobre salud pública para investigadores responsables" y que estaba evaluando cómo proceder. Por su parte, el director de Nature, doctor Philip Campbell, dijo que las recomendaciones no tenían precedentes.