El presidente Barack Obama abrió las puertas de la Casa Blanca al equipo de béisbol Cachorros de Chicago para festejar el lunes el campeonato de la Serie Mundial que conquistaron hace poco más de dos meses, y destacó el impacto del deporte como elemento de armonía.
"A lo largo de nuestra historia, el deporte ha tenido este poder de unirnos incluso cuando el país está dividido", señaló al homenajear al equipo de la ciudad a la que representó en el Senado de Estados Unidos.
La ceremonia se realizó cuatro días antes que Obama traspase la presidencia a Donald Trump.
El presidente Obama tiene una residencia en Chicago, pero es fanático de las Medias Blancas. No obstante, apoyó a los Cachorros luego de que su novena no clasificara a las series semifinales.
Los Cachorros le obsequiaron a Obama una camiseta de béisbol con el número 44, por ser el cuadragésimo cuarto Presidente de Estados Unidos.
Obama invitó a los Cachorros inmediatamente después que ganaron la Serie Mundial en noviembre, ofreciendo en Twitter si el equipo quería hacer la visita antes de que su mandato culmine el viernes.
El cerrador cubano Aroldis Chapman y el receptor venezolano Miguel Montero estaban en el grupo de jugadores de los Cachorros presentes en la ceremonia en la Casa Blanca.
Chapman firmó el mes pasado como agente libre con los Yanquis de Nueva York.
Los Cachorros conquistaron su primer campeonato del Clásico de Otoño desde 1908 tras vencer en siete partidos a los Indios de Cleveland.