Homenaje a congresista hispano

A pesar de que se retira como congresista, Lincoln Díaz-Balart se comprometió a continuar luchando a favor de que haya un cambio político en Cuba.

El representante republicano por Florida Lincoln Díaz-Balart se retira luego de 18 años en el Congreso de EE.UU.

El congresista republicano por Florida Lincoln Díaz-Balart hizo una exhortación a los militares en Cuba para que ayuden a sus compatriotas a librar a la isla del gobierno de los hermanos (Fidel y Raúl) Castro.

Díaz-Balart, que desde 1993 se ha desempeñado como representante en el Congreso, recibió un homenaje en Miami de parte de políticos y empresarios de origen cubano en ocasión de su retiro este año como legislador.

En el acto, organizado por el grupo Cuba Democracia PAC, el saliente congresista hizo un llamamiento a los militares en Cuba y les dijo que “si contribuyen a la transición democrática, pueden tener la función que toda fuerza rmada debe tener en una sociedad democrática”.

Según Díaz-Balart , de esa manera podrían evitar granjearse el repudio que les garantizaría ser "responsables de otro Tienanmen", en alusión a la matanza perpetrada en 1989 por el ejército chino cuando reprimió protestas encabezadas por estudiantes en esa plaza de Pekín.

Durante sus casi dos décadas en el Congreso, el representante cubanoamericano fue un férreo defensor del embargo comercial que EE.UU. le aplica desde hace décadas al gobierno de la isla.

A pesar de que se retira como congresista, Lincoln Díaz-Balart se comprometió a continuar luchando a favor de que haya un cambio político en Cuba.

En el acto estuvieron entre otros, el senador Bob Menéndez y el representante Albio Sires, ambos demócratas por Nueva Jersey; la congresista republicana y próxima presidenta de la Cámara de Representantes, Ileana Ros-Lehtinen; el senador republicano electo por Florida, Marco Rubio, y el representante demócrata por ese estado, Kendrick Meek.

El ex embajador de EE.UU. en Venezuela Otto Reich, también presente en el homenaje, se refirió a la negativa del presidente Hugo Chávez a darle el beneplácito a Larry Palmer, designado embajador estadounidense en Caracas.

“Un país tiene el derecho de no aceptar a un embajador, pero debe dar algunas razones lógicas”, dijo, y sugirió que debía pedírsele el embajador venezolano en Washington que regresara a Caracas hasta tanto EE.UU no tenga un embajador en Venezuela.