El director de la CIA, Mike Pompeo, realizó un viaje secreto a Corea del Norte en la semana de Pascua para reunirse con Kim Jong-Un, el líder de la nación asiática, según confirmó el el miércoles el presidente Donald Trump en en su cuenta de Twitter.
Trump describió la reunión como “muy tranquila" y aseguró que "se formó una buena relación”.
“Los detalles de la Cumbre se están trabajando ahora. ¡La desnuclearización será algo grandioso no solo para el Mundo, sino también para Corea del Norte!”, agregó.
The Washington Post, el primero que reportó la noticia, había dicho que el extraordinario encuentro fue parte de un esfuerzo para preparar las conversaciones directas entre el presidente Donald Trump y Kim sobre el programa de armas nucleares norcoreano, según personas con conocimiento del tema, que hablaron bajo la condición de mantener el anonimato debido a la naturaleza altamente clasificada de las conversaciones.
Según el diario, la misión clandestina ocurrió poco después que Pompeo fue nominado a Secretario de Estado, en reemplazo de Rex Tillerson, a quien el presidente Trump destituyó.
La semana pasada, durante su audiencia de confirmación, Pompeo dijo a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que es optimista de que el gobierno estadounidense "puede sentar las condiciones para que el presidente Trump y el líder norcoreano puedan sentar el curso para que el resultado diplomático que Estados Unidos y el mundo tan desesperadamente necesitan".
El martes durante una sesión fotográfica conjunta con el primer ministro japonés Shinzo Abe, en su mansión de Mar-a-Lago, Florida, Trump pareció referirse a la secreta reunión de Pompeo con Kim, cuando afirmó que Estados Unidos ya estaba sosteniendo conversaciones directas con Corea del Norte a "los más altos niveles", y sugirió que el encuentro en la Cumbre podría darse en junio o antes.
El último contacto de más alto nivel entre los dos países antes del de Pompeo ocurrió en el año 2000, cuando la entonces secretaria de Estado Madeleine Albright se reunió con Kim Jong Il, el padre del actual líder norcoreano, para hablar de temas estratégicos.
En 2014, el ex director nacional de inteligencia James Clapper visitó Corea del Norte para negociar la liberación de dos estadounidenses, y se reunió con funcionarios norcoreanos de inteligencia de menor nivel.
La Agencia Central de Inteligencia no ha comentado la noticia, al igual que la Casa Blanca y el gobierno de Pyongyang.
Según el Post, una semana después que Pompeo viajó a Corea del Norte, funcionarios estadounidenses dijeron que representantes del gobierno de Pyongyang habían confirmado que Kim estaba dispuesto a negociar la potencial desnuclearización, y que las dos naciones habían abierto un nuevo canal de comunicación antes de la reunión cumbre.
Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas con Corea del Norte, pero diplomáticos estadounidenses han visitado la nación asiática y Washington ha usado varios canales discretos para comunicarse con Pyongyang, asegura el diario.
The New York Times reporta que Pompeo está en estrecha comunicación con el director del Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur, Suh Hoon, quien según funcionarios estadounidenses medió la invitación de Kim al presidente Trump.
El planeado encuentro con Kim tiene lugar después de que Trump y el líder norcoreano intercambiaron insultos y amenazas el año pasado, donde el mandatario estadounidense prometió "destruir totalmente" a Corea del Norte si amenazaba a Estados Unidos o a sus aliados, y Kim lo llamó "senil".
En sus comentarios del martes, Trump dijo que cinco lugares estaban siendo considerados para el encuentro —ninguno en Estados Unidos— y que pronto se tomaría una decisión. Las ubicaciones estarían en Asia, fuera de la Península Coreana, e incluirían el sureste asiático y Europa.