“El reporte sobre drogas publicado por el Departamento de Estado se vincula quizás con la peor crisis de narcóticos que se ha visto en Estados Unidos desde los años ochenta y la peor crisis nacional de heroína y opioides en más de 60 años”, dijo a reporteros en una conferencia telefónica el secretario de estado adjunto para asuntos internacionales de drogas y cumplimiento de la ley, William Brownfield.
Brownfield señaló que 100% de la heroína y la gran mayoría de drogas sintéticas que se usan y abusan en EE.UU. provienen del extranjero, como refleja el reporte del Departamento de Estado, el cual también refleja el entramado internacional que existe para ayudar a combatir esta crisis.
“Es una historia de 40 años de construir capacidades, inteligencia, coordinación, unidades especiales, nuevas leyes y relaciones en todo el mundo”, señaló el embajador Brownfield, quien destacó especialmente la cooperación “sin precedentes” que existe con México en este sentido.
Para Brownfield, “el muro de cooperación” que existe con México es tan fuerte como el muro que el presidente Donald Trump ha prometido construir en la frontera sur del país, y que según el funcionario será integrado como una nueva oportunidad o herramienta para ayudar a controlar mejor el tráfico de drogas en la frontera entre las dos naciones.
Sin embargo, añadió que eso se hará en cooperación con las autoridades antinarcóticos de México, como prometieron los Secretarios de Estado y del Interior de Estados Unidos durante su visita a México la semana pasada.
Sobre cómo afectaría un recorte en el presupuesto a los programas antinarcóticos y a la cooperación con otros países en la lucha contra las drogas, el diplomático reconoció que siempre se puede hacer más con un presupuesto mayor, pero que su trabajo es entregar el mejor valor posible al pueblo estadounidense en términos de los fondos que le sean asignados.
En el caso del reportado aumento de producción de coca en Colombia y las tensiones con Venezuela que han afectado la cooperación en la lucha contra las drogas, el embajador Brownfield dijo que se está trabajando estrechamente con el gobierno colombiano para combatir el aumento de la coca que es cultivada y producida en ese país, que en los últimos tres o cuatro años ha aumentado más del 100%, y es una situación que no conviene ni a Estados Unidos ni a Colombia.
Señaló que la próxima semana estará visitando Colombia como parte de un proceso de colaboración entre agencias de los dos países para tratar el tema.
En cuanto a Venezuela, cuyo vicepresidente recientemente fue objeto de sanciones por parte del Tesoro estadounidense por asuntos relacionados con el narcotráfico, Brownfield dijo que ese país representa un reto diferente, porque hay problemas de cooperación y coordinación.
Agregó que como dijo un funcionario sobre la designación de sanciones a individuos venezolanos anunciadas en las últimas dos semanas, éste “no es un mensaje diplomático o de las agencias policiales, ni un mensaje político o un mensaje entre dos gobiernos. Es un mensaje de Estados Unidos diciendo que usaremos todas las herramientas que tengamos disponibles para perseguir a los individuos involucrados en el tráfico de drogas”.
El reporte del Departamento de Estado sugiere que el cultivo ilícito de amapolas, materia prima para la fabricación del opio y la heroína, está creciendo, apuntó un periodista, quien preguntó qué podría hacer México al respecto. El embajador respondió que precisamente los mecanismos de colaboración con el gobierno mexicano están dirigidos a combatir el problema y se lo está haciendo mucho mejor que hace diez años.
Brownfield negó que haya tensiones en la relación con los organismos de las Naciones Unidos relacionados con la lucha contra las drogas. Dijo que precisamente este marzo asistirá a la reunión anual de la Comisión sobre Drogas Narcóticas, con la cual Estados Unidos tiene excelentes relaciones, al igual que con su brazo implementador que es la Oficina de las Naciones Unidas para Drogas y Crimen y con su rama judicial, la Junta Internacional de Control de Narcóticos (INCB por sus siglas en inglés).
“Los tres organismos son extremadamente capaces y muy efectivos en términos de su política antidrogas y sus decisiones sobre narcóticos”, afirmó el diplomático. En asuntos de drogas, la relación, la cooperación, la coordinación y el apoyo mutuo entre la comunidad antinarcóticos de Estados Unidos y de la ONU es muy cercana y cooperativa”, sentenció Bloomberg.
El diplomático defendió también la cooperación con China en la lucha contra las drogas. Dijo que es una cooperación que funciona durante todo el año para tratar políticas y estrategias y que comenzó en 1999 con la creación del Grupo Conjunto de Enlace Policial China-Estados Unidos.
“En los últimos cuatro años, nuestra cooperación mediante este mecanismo y de agencia a agencia entre EE.UU. y China sobre asuntos de drogas ha mejorado astronómicamente, y en los últimos dos años el gobierno chino ha actuado para programar y controlar más de 130 nuevas drogas sintéticas”, indicó.
Ambos países pronto apoyarán una resolución en la Comisión de Drogas y Narcóticos de la ONU en unas dos semanas, que impondrán controles internacionales a varios precursores necesarios para la producción de Fentanyl, una droga sintética que junto con sus precursores y análogos está causando gran daño en Estados Unidos, dijo William Brownfield.