El presidente Donald Trump reconoció el lunes que los granjeros podrían verse afectados por la creciente disputa arancelaria con China, pero prometió compensarlos y les aseguró que “estarán mejor que nunca”.
Durante una reunión de su gabinete, Trump abordó la advertencia china de imponer aranceles a la soya y otros productos agrícolas estadounidenses, medida que podría perjudicar a los granjeros de la región centro-norte, muchos de ellos firmes partidarios del presidente.
Beijing advirtió que impondrá aranceles debido a la decisión de Trump de decretar medidas proteccionistas como castigo al robo de propiedad intelectual estadounidense por parte de China.
Estados Unidos compró el año pasado más de 500.000 millones de dólares de mercancías chinas y planea o sopesa aplicar impuestos a 150.000 millones de dólares de ese volumen. En 2017, Estados Unidos exportó a China mercancías por 130.000 millones de dólares y podría sufrir un golpe devastador si Beijing adopta medidas recíprocas.
Sarah Huckabee Sanders, portavoz de la Casa Blanca, dijo que Trump trabaja con su equipo “para determinar la mejor manera de responder al ataque de China contra los granjeros estadounidenses”, y solicitó al Departamento de Agricultura que le presente un plan para protegerlos.
En medio del nerviosismo que estas fricciones han suscitado en los mercados globales, Trump dijo que tiene una buena relación con China y su presidente Xi Jinping, pero reiteró su afirmación de que el gobierno chino “se ha aprovechado de Estados Unidos durante muchos años”. Afirmó que no culpa a China sino a las autoridades estadounidenses por crear un conjunto de reglas comerciales “asimétricas”.
Escuche este informe aquí:
Your browser doesn’t support HTML5