Un portavoz del ultraconservador Partido Musulmán Salafista Nour dijo que Burns solicitó una reunión con su grupo, y que “el planteo está siendo estudiado”.
Miles de partidarios del depuesto ex presidente Mohamed Morsis se enfrentaron este lunes con las fuerzas de seguridad egipcias en El Cairo.
Los enfrentamiento se produjeron en momentos en que el vicesecretario de Estado de Estados Unidos, Williams Burns visitaba la capital de Egipto para reunirse con las autoridades del gobierno interino.
Al hablar con la prensa tras las reuniones, Burns dijo que Estados Unidos no intentará imponer un modelo de democracia a Egipto, en un reconocimiento de que solamente el pueblo egipcio puede determinar su futuro, afirmó el diplomático.
El Departamento de Estado informó que Burns se reunió con el presidente interino, Adly Mansour, y con primer ministro interino, Hazem al-Beblawi en El Cairo, en un intento por impulsar el plan de transición del país.
El diplomático, el primer funcionario de alto rango del gobierno de Estados Unidos que visita Egipto desde que fuera derrocado el presidente Mohamed Morsi, dijo que no llegó a El Cairo “a dar lecciones a nadie”.
La posición del gobierno del presidente Barack Obama ha sido criticada tanto por los partidarios como por los opositores de Morsi, ya que ambos lados perciben que Estados Unidos ha dado un apoyo implícito a sus oponentes.
La Hermandad Musulmana y otros grupos partidarios del depuesto presidente Morsi continúan con sus protestas frente a la mezquita Rabia el-Adawiya de El Cairo, reclamando el regreso al poder del presidente democráticamente electo.
El vocero de la Hermandad Musulmana, Mohamed Baltagi, insistió en que no aceptarán el nuevo régimen interino y anunció para este lunes la realización de la llamada “Marcha del millón”, la cual se llevará a cabo en todos los espacios públicos en Egipto para demostrar que el apoyo a sus líderes, sus instituciones y la Constitución, prevalecerá.
Sin embargo, también se mantienen las manifestaciones anti-Morsi en la Plaza Tahrir (Liberación) de El Cairo.
El grupo Tamarud que inició las protestas que terminaron con el derrocamiento de Morsi, sostuvo una conferencia de prensa para insistir en que sus partidarios se deben mantener activos para prevenir el regreso al poder del depuesto ex mandatario.
Estados Unidos aún no se ha pronunciado sobre si en Egipto hubo un golpe de Estado.
La Casa Blanca aún no ha decidido si el derrocamiento de Morsi se considera un golpe de Estado, en caso de ser así, obligaría por Ley a suspender la ayuda a Egipto, que se estima en $1.500 millones de dólares por año.
"Mi mensaje es muy simple”, agregó. “Estados Unidos sigue profundamente comprometido con el éxito de la democracia y la prosperidad de Egipto. Deseamos ver un Egipto fuerte, estable, democrático, inclusivo y tolerante”, sostuvo Burns.
Al ser consultado por los periodistas si en Egipto se podría repetir la tragedia de Siria, Burns dijo que no existe tal posibilidad porque “los líderes egipcios entienden los peligros de la polarización”, y agregó que la clave del éxito es “asegurar que haya un sentido de inclusión en cada paso del proceso de transición”.
Reunión con líderes sociales
El diplomático también sostendrá encuentros con líderes de la sociedad civil y de la comunidad de negocios durante su visita que se extenderá hasta el martes.
Por su parte, un portavoz del ultraconservador Partido Musulmán Salafista Nour dijo que Burns solicitó una reunión con su grupo, y que “el planteo está siendo estudiado”.
Tal como ha informado el Departamento de Estado, en todos los encuentros el vicesecretario Burns reafirmará el apoyo de Estados Unidos al pueblo de Egipto y hará un llamado a poner fin a la violencia, e insistirá en que la trasición lleve a un gobierno civil democráticamente electo e inclusivo.
La policía disparó gases lacrimógenos contra los manifestantes pro-Morsi que arrojaron rocas contra las fuerzas de seguridad. Los manifestantes intentaron cortar el tránsito y colocaron barreras en la entrada de un puente sobre el Nilo, aunque fueron dispersados rápidamente.
Al hablar con la prensa tras las reuniones, Burns dijo que Estados Unidos no intentará imponer un modelo de democracia a Egipto, en un reconocimiento de que solamente el pueblo egipcio puede determinar su futuro, afirmó el diplomático.
El Departamento de Estado informó que Burns se reunió con el presidente interino, Adly Mansour, y con primer ministro interino, Hazem al-Beblawi en El Cairo, en un intento por impulsar el plan de transición del país.
El diplomático, el primer funcionario de alto rango del gobierno de Estados Unidos que visita Egipto desde que fuera derrocado el presidente Mohamed Morsi, dijo que no llegó a El Cairo “a dar lecciones a nadie”.
“Marcha del millón”
“Marcha del millón”La posición del gobierno del presidente Barack Obama ha sido criticada tanto por los partidarios como por los opositores de Morsi, ya que ambos lados perciben que Estados Unidos ha dado un apoyo implícito a sus oponentes.
La Hermandad Musulmana y otros grupos partidarios del depuesto presidente Morsi continúan con sus protestas frente a la mezquita Rabia el-Adawiya de El Cairo, reclamando el regreso al poder del presidente democráticamente electo.
El vocero de la Hermandad Musulmana, Mohamed Baltagi, insistió en que no aceptarán el nuevo régimen interino y anunció para este lunes la realización de la llamada “Marcha del millón”, la cual se llevará a cabo en todos los espacios públicos en Egipto para demostrar que el apoyo a sus líderes, sus instituciones y la Constitución, prevalecerá.
Sin embargo, también se mantienen las manifestaciones anti-Morsi en la Plaza Tahrir (Liberación) de El Cairo.
El grupo Tamarud que inició las protestas que terminaron con el derrocamiento de Morsi, sostuvo una conferencia de prensa para insistir en que sus partidarios se deben mantener activos para prevenir el regreso al poder del depuesto ex mandatario.
Estados Unidos aún no se ha pronunciado sobre si en Egipto hubo un golpe de Estado.
La Casa Blanca aún no ha decidido si el derrocamiento de Morsi se considera un golpe de Estado, en caso de ser así, obligaría por Ley a suspender la ayuda a Egipto, que se estima en $1.500 millones de dólares por año.
Al ser consultado por los periodistas si en Egipto se podría repetir la tragedia de Siria, Burns dijo que no existe tal posibilidad porque “los líderes egipcios entienden los peligros de la polarización”, y agregó que la clave del éxito es “asegurar que haya un sentido de inclusión en cada paso del proceso de transición”.
Reunión con líderes sociales
El diplomático también sostendrá encuentros con líderes de la sociedad civil y de la comunidad de negocios durante su visita que se extenderá hasta el martes.
Por su parte, un portavoz del ultraconservador Partido Musulmán Salafista Nour dijo que Burns solicitó una reunión con su grupo, y que “el planteo está siendo estudiado”.
Tal como ha informado el Departamento de Estado, en todos los encuentros el vicesecretario Burns reafirmará el apoyo de Estados Unidos al pueblo de Egipto y hará un llamado a poner fin a la violencia, e insistirá en que la trasición lleve a un gobierno civil democráticamente electo e inclusivo.