En entrevista con voanoticias.com el profesor Daniel Álvarez, del Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad Internacional de Florida (FIU, por su sigla en inglés) se refirió al debate generado sobre la autorización de la construcción de un centro cultural musulmán, incluyendo una mezquita, en una zona cercana al sitio de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
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El profesor Álvarez destacó el ejemplo que Estados Unidos ofrece al mundo en materia de libertades religiosas y aseguró que la construcción del centro cultural islámico ofrece una oportunidad para dar prueba una vez más de ese ejemplo del país al mundo.
¿Cuál es la lectura que usted hace sobre el debate que ha generado la decisión, por parte del gobierno de la ciudad de Nueva York, de autorizar la construcción de un centro cultural islámico y una mezquita en donde se produjeron los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Manhattan?
“La primera lectura que corresponde hacer es que un 60 a 70 por ciento de los estadounidenses vinculan los actos terroristas del 11 de septiembre, a la religión y específicamente al Islam, sin hacer ninguna distinción con los radicales y los extremistas.
Los que están detrás del proyecto de construcción de la mezquita son personas de centro, bien moderadas, y el Imán en particular es un místico, un sufi, con una interpretación muy universal, muy irénica del Islam.
El segundo aspecto es que hay una ignorancia profunda de los principios constitucionales, de la carta de Derechos de la Constitución, la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza el derecho de expresión y culto religioso.
No hay forma de prohibirle a un grupo religioso la construcción de un lugar de culto, una iglesia, una mezquita, una sinagoga, un templo o lo que sea, en cualquier lugar que sea legal y permitido.
Recordemos que en 1850, con la inmigración de irlandeses católicos a Estados Unidos y en momentos en que la iglesia católica comienza a desplegarse, los católicos comienzan a ser acusados de crear una quinta columna y de querer invadir a Estados Unidos porque eran leales al Papa. Fue toda una serie de teoría de conspiración respecto a la iglesia católica y hasta hubo iglesias católicas quemadas y estaban aquellos que querían una iglesia católica en su barrio. Eso se está repitiendo hoy en día y es totalmente desafortunado”.
¿Es posible en materia de religión y en medio de una campaña electoral, sostener un debate que no sea dominado por la emoción y la pasión?
“Desafortunadamente por la ignorancia sobre la religión islámica, sobre sus matices y hasta las diferencias dentro del islamismo, las diferentes vertientes, y que no son conocidas por el pueblo estadounidenses -mucho más en un año electoral-, es muy difícil, cerrar la distancia con las emociones y, además, la política en un año electoral, está dominando el debate y lo ha arrebatado de un marco de referencia racional.
La falta de educación y de racionalidad sobre este tema, se convierten en obstáculos casi imposibles de superar. Lo único que puede canalizar este debate es educación, como la que con algunos colegas damos en algunas Universidades de Estados Unidos.
Pero desafortunadamente el público en general no quiere ni tiene el interés en enterarse sobre los matices y ya han juzgado a esta religión como culpable y la han vinculado inexorablemente a los actos del 11 de septiembre, y como remediar eso.
Nos estamos enfrentando a una crisis de ignorancia en materia de religión y de nuestros derechos constitucionales”.
Por otra parte, se sostiene que en el mundo musulmán posiblemente la situación hubiera sido la misma si se pretendiera construir un templo de otra religión. Parece que, en aquellos lugares donde hay religiones dominantes, siempre lleva más tiempo y hay más resistencia a ceder espacio a otras creencias, ¿eso es así?
“Totalmente, y hay que decir una cosa muy clara: Estados Unidos es un país muy singular en cuanto a este tema de las libertades religiosas. No creo que en ningún otro lugar del mundo y lo digo con mucho orgullo, se pueda disfrutar de la libertad religiosa que tenemos en Estados Unidos.
Ni siquiera Europa puede adjudicarse ese título. Las iglesias en Europa son establecidas, auspiciadas por el gobierno y tienen un monopolio, algo que aquí (en Estados Unidos) no existe.
Lo mismo se puede decir en el mundo musulmán, en la India, en cualquier lugar del mundo siempre hay una reserva muy fuerte, por no decir oposición, a permitir que otras religiones se instalen.
Pero, ese argumento para desechar la construcción de esta mezquita, de decir que si el mundo musulmán diera los mismos derechos a los cristianos entonces podría ser considerado, es sumamente arrogante y desafortunado. Que se utilicen estos argumentos no ofrece ninguna contribución al debate, porque dos males no hacen un bien.
Lo que el mundo tiene que ver con este ejemplo sobre si la mezquita se va a construir, es que Estados unidos es un país especial y que aquí si hay libertad religiosa. Que estamos dando un ejemplo a las demás naciones. Y que el mundo musulmán puede aprender de nosotros en cuanto a libertad religiosa.
Por último, quiero agregar un detalle más, y es que el mundo musulmán debería regresar a las raíces coránicas, porque el profeta reconoce inmediatamente desde que llega a Medina, en el año 622 DC(después de Cristo), 10 años antes de llegar a la Meca, que ya existían derechos legales en Medina para la libertad religiosa. Por tanto, los cimientos de la libertad religiosa son más firmes en el Islam que en el cristianismo o el judaísmo”.
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Cuando ha pasado casi una década de los ataques del 11 de septiembre del 2001, ¿es un buen momento para plantear la construcción de una mezquita en ese lugar?
“Todo lo que he leído e investigado sobre la construcción de esta mezquita, es que ellos quieren crear un centro ecuménico (universal), porque esa es la base del sufismo y quieren crear además un memorial sobre el 11 de septiembre en su interior, en un edificio que además va a incluir muchas cosas más, y que puede convertirse en un centro de diálogo inter-religioso.
Más aún, hay un modelo en el propio Islam para eso, porque a fines del siglo XVI, principios del XVII cuando el emperador Akbar llegó al poder, lo que hizo fue crear un parlamento de religiones. Por tanto el islam tiene los cimientos para ese encuentro entre las diversas religiones, como no las tiene el cristianismo.
Ahora, si en ese centro se puede dar el diálogo sobre las diferencias y sobre las cosas que tenemos en común, creo que sería un logro no solamente para el islam, sino también para Estados Unidos y para las libertades religiosas. Como dice el profeta Isaías, sería una luz para todas las naciones”.
¿Cómo interpreta usted la declaración del presidente Barack Obama sobre el derecho a la construcción de la mezquita?
“Al presidente Obama no le quedaba otra opción, porque posiblemente la gente no sepa o no lo recuerde, y es que la especialidad del presidente Barack Obama en la escuela de leyes de la Universidad de Harvard, era leyes constitucionales y dio cursos sobre leyes constitucionales, incluso yo tengo un bosquejo con esos cursos de la Universidad de Chicago.
El presidente es una persona muy versada en la Constitución de Estados Unidos, y como presidente y constitucionalista no le quedaba más remedio que decir una cosa que es tan obvia para cualquier persona que lea la Constitución.
El presidente Obama está muy claro y creo que todos deberíamos sentirnos orgullosos del presidente y también podríamos decir que el presidente Bush, que también habló del Islam como una religión de paz, tenía muy claro cuáles eran los preceptos y los principios constitucionales de Estados Unidos. En una situación como ésta, presumo que el presidente Bush hubiera dicho lo mismo”.
Daniel Álvarez es profesor del Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad Internacional de Florida (FIU) en Miami, Florida.