En una fotografía, uno de los 88 encerrados en una celda diseñada para alojar a 41 personas, coloca contra la ventana un pedazo de cartón que sólo tiene escrita una palabra: “Auxilio”. En otra imagen, un hombre agacha la cabeza y junta sus manos como si estuviera orando. Otra más muestra a una mujer con un tapabocas con las dos manos sobre el vidrio.
Inspectores del gobierno federal difundieron el martes las imágenes después de recorrer algunas de las instalaciones del sur de Texas en las que son detenidos y procesados adultos y niños que cruzaron la frontera desde México.
Conforme aumenta la indignación pública en torno a las condiciones en las que el gobierno estadounidense mantiene detenidas a miles de personas — algunas de ellas de unos cuantos meses de edad —, el reporte ofrece nuevos motivos de alarma. Un alto gestor del gobierno describió la situación como “una bomba de tiempo”, según el estudio.
“Cuando los detenidos nos vieron, comenzaron a golpear las ventanas de la celda, gritaron, colocaron frente a las ventanas notas con el tiempo que llevan detenidos e hicieron notar evidencia del tiempo que llevan ahí”, señaló el reporte. BuzzFeed fue el primero en reportar una versión preliminar del documento, en el que muchas de las imágenes fueron difuminadas.
El reporte de una autopsia dado a conocer el martes confirmó que un niño de 2 años que falleció en abril padecía de múltiples enfermedades infecciosas respiratorias e intestinales, incluyendo influenza. Wilmer Josué Ramírez Vásquez es uno de cinco menores de edad que han muerto después de ser detenido por agentes fronterizos desde finales del año pasado. Dos de las otras cuatro víctimas también presentaban cuadros de influenza.
El reporte de autopsia señala que Wilmer tenía “dificultades respiratorias” el 6 de abril, cuando fue trasladado a una sala de emergencias. Su abuela, Dorotea Castillo, dijo el mes pasado a The Associated Press que Wilmer ya estaba delicado de salud cuando salieron de Guatemala y que ingresó a Estados Unidos con fiebre y problemas para respirar.
La Patrulla Fronteriza declaró después del deceso de Wilmer que el menor y su madre llevaban tres días detenidos cuando ella les dijo a los agentes que su hijo estaba enfermo. No especificó si ese fue el primer reporte o indicio de que Wilmer tenía problemas de salud. La agencia no respondió a preguntas de seguimiento que le fueron enviadas el martes.
Pediatras nuevamente exhortaron a las autoridades fronterizas a aceptar su oferta de brindar atención médica de manera voluntaria a los migrantes detenidos. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus iniciales en inglés) rechazó el ofrecimiento. Roger Maier, portavoz de la CBP, dijo que cualquier persona que requiera de atención médica adicional a la que pueden brindar el personal gubernamental y contratado, será trasladada a un hospital local.
La Patrulla Fronteriza realizó 132.887 detenciones durante el mes de mayo, incluyendo 84.542 adultos y niños que viajaban en grupos familiares. Debido a que las instalaciones para albergar a largo plazo a adultos con niños ya operan a su máxima capacidad, el gobierno del presidente Donald Trump ha dicho que debe mantener detenidas a las personas en instalaciones inadecuadas de la Patrulla Fronteriza por mucho más tiempo que las 72 horas que, por lo general, permite la ley.
Los auditores de la inspección general del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus iniciales en inglés) visitaron cinco instalaciones y dos puertos de entrada en el Valle del Río Grande, Texas, por donde cruzan ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos más personas que en cualquier otra sección. Los peligros que enfrentan quedaron plasmados recientemente en fotografías que dieron la vuelta al mundo en las que aparece un joven padre y su pequeña hija que murieron ahogados, aferrándose el uno al otro, mientras intentaban cruzar el Río Bravo para llegar a Estados Unidos.
En un comunicado incluido en el reporte, el DHS acusó de una “crisis cada vez peor” y dijo que ha intentado aumentar sus capacidades de detención y mejorar las condiciones en las que son detenidas las familias de inmigrantes. La dependencia no respondió por el momento una solicitud de la AP de comentarios adicionales.
Las fotografías adjuntas en el reporte fueron manipuladas digitalmente para oscurecer los rostros de los detenidos y, por lo tanto, no cumplen con los estándares de distribución de la AP.
Activistas migratorios culpan al gobierno del presidente Trump de rehusarse a expeditar la liberación de familias, niños y solicitantes de asilo, lo que ha provocado el aumento en el número de personas detenidas.
El reporte detalla varias posibles violaciones a la ley federal o a los estándares de la Patrulla Fronteriza:
— Dos de las instalaciones inspeccionadas no les brindaban acceso a los niños a comida caliente, sino hasta la semana en la que llegaron los auditores. Algunos de los adultos únicamente recibían emparedados de embutidos, lo que les provocó estreñimiento que, en algunos casos, requirió de atención médica.
— De los 2.669 niños detenidos por la Patrulla Fronteriza en la región, 826 de ellos, el 31%, llevaba más de 72 horas en el lugar. Más de 50 niños menores de 7 años aguardaban su traslado a instalaciones de larga estancia, algunos de ellos por más de dos semanas. Una fotografía mostraba a mujeres y niños que aparentemente dormían en el suelo, tapándose con mantas térmicas.
— Muchos de los adultos no se habían duchado a pesar de llevar hasta un mes en el lugar. A algunos se les proporcionó toallitas húmedas para limpiarse.
El reporte también detalló “incidentes de seguridad” en varias instalaciones, incluyendo un caso en el que los migrantes detenidos se negaron a reingresar a su celda después de que fuera limpiada. En algunos casos, los detenidos también utilizaron sus calcetines o cobertores para tapar los retretes a fin de que se les permitiera salir de la celda.
El reporte fue difundido un día después de que un grupo de legisladores demócratas visitaron la instalación de la Patrulla Fronteriza en Clint, Texas, en el otro extremo del estado, y en donde previamente un grupo de abogados había reportado que cerca de 250 niños estaban detenidos en condiciones insalubres.
Uno de los legisladores, el representante federal por Texas Joaquin Castro, afirmó que una mujer relató que le habían dicho que tomara agua del retrete. Castro compartió un video que tomó del interior de las instalaciones.
La representante federal Elijah Cummings, demócrata por Maryland y que encabeza la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes, dijo que altos funcionarios de Seguridad Nacional testificarían la próxima semana ante su panel sobre el trato que reciben los niños migrantes.