Partidarios de Trump aplauden construcción de muro en frontera

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John Barnes, 60, de Albuquerque, N.M., uno de los votantes republicanos que apoyó a Donald Trump, apoya sus medidas sobre inmigración en la frontera sur.

Electores que votaron por el nuevo mandatario estadounidense lo elogian por cumplir una de sus mayores promesas de campaña.

El anuncio del presidente Donald Trump de que está tomando medidas para construir un muro en la frontera de Estados Unidos con México ha sido recibido con beneplácito por votantes que lo elogian por cumplir una de sus mayores promesas de campaña.

“México se ha aprovechado de Estados Unidos por demasiado tiempo. Masivos déficits comerciales y poca ayuda en la muy débil frontera deben cambiar, AHORA!”, escribió Trump en Twitter.

La renovada promesa de Trump el miércoles, de tomar control de la frontera fue especialmente apreciada por Peggy Davis, cuya hacienda ganadera cerca de Tombstone, Arizona, está unos 40 kilómetros al norte de la frontera.

Davis dice que hay sectores que necesitan desesperadamente más barreras, pero que un muro solamente no detendrá los cruces ilegales de indocumentados o el tráfico de drogas.

“Necesitamos desesperadamente agentes (de patrulla fronteriza) cerca de la frontera”, señala la mujer.

Trump prometió hacer que México pague por el muro de 3.144 kms en la frontera, y sugirió que podría imponer un arancel a las importaciones mexicanas para pagar por el muro.

Obreros trabajan en una valla más alta en la frontera EE.UU. con México, en Anapra, Nuevo México.

México se opone al muro y reiteradamente ha dicho que no va a pagar por él.

Críticos en Estados Unidos dice que el presidente no tiene un plan financiero viable para construir el muro.

Una tercera parte de la frontera ya tiene alguna forma de barrera, desde altas barricadas de acero a vallas de alambre o cercas para detener al ganado.

Jerry Blackburn, un retirado funcionario del condado rural de Tazewell, en Virginia, votó por Trump y apoya sus llamados a eliminar las ciudades santuario y a evitar que los refugiados vengan a Estados Unidos. Blackburn, es republicano y dice que la inmigración ilegal “ha diluido” la fuerza laboral estadounidense, y “es una pesada carga” para el país.

Para él, el multimillonario costo del muro “no es tan grande cuando se lo mira con un enfoque amplio”, y no le molesta que amplios sectores de la frontera ya esté cercado.

“No vamos a comenzar desde cero”, dice “No vamos a construir desde el Golfo hasta el océano. Solo estamos finalizando algo que ya está comenzado”, dice.

La inmigración ha sido siempre un tema unificador para los conservadores, especialmente en los estados fronterizos que llevan la carga del cruce de indocumentados y el narcotráfico. El tema ha llevado a los electores en todo el país a votar por los republicanos a lo largo de los años, incluyendo inmigrantes como Mercedes B. Izquierdo, una residente de Miami.

Izquierdo, una vendedora retirada, salió de Cuba hace 50 años y es una partidaria firme de los esfuerzos de Trump para asegurar la frontera.

“Creo que construir el muro es una idea excelente, perfecta. Hay tanto que tenemos que hacer”, dice. “Hay mucha gente que viene de Sudamérica que está viniendo a destruir nuestro país. Terroristas y criminales que quieren hacernos daño”.

En Houston, Zachery Henry, un especialista en relaciones públicas y redes sociales, no espera una costosa o enorme barrera de concreto, pero dice que Estados Unidos necesita hacer algo acerca del tráfico de drogas que viene de México.

“Creo que mi preocupación principal sería esa. No me preocupan mucho los inmigrantes ilegales”, señala.

En Arizona, los problemas de inmigración generalmente han estallado como un tema político.

En 2010, el asesinato del hacendado fronterizo Robert Krentz, todavía sin resolver y que se cree fue cometido por narcotraficantes, ayudó a galvanizar el apoyo a la ley SB1070. Esa histórica medida de inmigración requiere a los agentes de la ley determinar el estatus migratorio de cualquier persona arrestada o detenida si hay sospecha razonable de que está ilegalmente en el país.

Seis años después, Trump volvió a galvanizar a ese sector del electorado.

Davis dice que no ve a menudo a indocumentados cruzando por su rancho, o a narcotraficantes, pero está segura que el problema persiste.

El año pasado, un narcotraficante en un camión lleno con drogas huyó hacia su hacienda perseguido por agentes fronterizos. El hombre eventualmente detuvo el camión y desapareció.

“Tenemos evidencia de que han vuelto a nuestra área”, dijo.

John Barnes, un jubilado de 60 años de Albuquerque, Nuevo México, dice que le gusta lo que ve de Trump hasta ahora respecto al muro y a las propuestas de infraestructura.

“Creo que tenemos que hacer algo allá abajo en la frontera”, señala. “Es un proyecto listo para empezar”.

Barnes dice que no le preocupa mucho el costo del muro porque cree que el gobierno federal ya ha gastado miles de millones de dólares en proporcionar educación y atención de salud a inmigrantes que están en el país ilegalmente.

“Me hubiera gustado que Obama hubiese comenzado esto”, dijo.