Tropas EEUU que salen de Siria abandonarán Irak en 4 semanas

  • AP

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, habla con la prensa en la prensa en la base aérea Sultan en Arabia Saudí, el martes.

Las fuerzas estadounidenses que se están desplazando desde el nordeste de Siria a Irak están “en tránsito” y abandonarán el país en un plazo de cuatro semanas, según dijo el miércoles el ministro iraquí de Defensa.

Najah al-Shammari hizo declaraciones a The Associated Press tras recibir en Bagdad al secretario estadounidense de Defensa, Mark Esper, que llegó al país en medio del malestar de las autoridades iraquíes por los reportes sobre que quizá Estados Unidos quería aumentar el número de tropas desplegadas en Irak, al menos de forma temporal.

El Ejército iraquí dijo el martes que las tropas estadounidenses que están saliendo del nordeste de Siria no tienen permiso para permanecer en Irak, en un comunicado que parecía contradecir a Esper, que dijo que todas las tropas que abandonaban Siria seguirían realizando operaciones contra el grupo extremista Estado Islámico desde Irak para evitar que el grupo armado reapareciera en la región.

Esper añadió más tarde que las tropas estarían allí de forma temporal hasta que pudieran volver a casa, pero no especificó una fecha.

Esper había dicho antes el miércoles que Estados Unidos no tiene planes de dejar esas tropas en Iraq “de forma interminable”, y que tenía previsto hablar con líderes iraquíes sobre la cuestión.

Al-Shammari dijo que Esper había viajado a Irak a invitación de las autoridades iraquíes. Tras las conversaciones del miércoles indicó que las dos partes habían acordado que los militares estadounidenses llegados desde Siria están “en tránsito” en Irak y después se dirigirán a Kuwait, Qatar o a Estados Unidos “dentro de un plazo no mayor a cuatro semanas”.

Los aviones en los que los soldados saldrán de Irak ya han llegado al país, señaló el ministro.

Esper visitó Bagdad al día siguiente de que Rusia y Turquía alcanzaran un acuerdo para desplegar sus fuerzas a lo largo de la frontera nordeste de Siria, para llenar el hueco dejado tras la repentina retirada ordenada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En la práctica, la maniobra despejó el camino para la invasión turca este mes.

No estaba claro qué suponía eso para las tropas estadounidenses.

Trump ordenó retirar el grueso de los aproximadamente 1.000 efectivos estadounidenses en Siria después de que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, indicara en una llamada telefónica que sus fuerzas iban a invadir Siria para alejar a los combatientes kurdos sirios, a los que Ankara considera terroristas.

La retirada abandona de facto a los aliados kurdos que combatieron durante años junto a las tropas estadounidenses contra el grupo extremista Estado Islámico. Entre 200 y 300 soldados estadounidenses permanecerán en el puesto de Al-Tanf, en el sur de Siria.

Esper dijo que los militares que llegan a Irak tendrán dos objetivos, defender a Irak de un resurgir del grupo EI y monitorear y ejecutar otra misión contra el grupo EI.

Estados Unidos tiene ahora más de 5.000 efectivos en Irak dentro de un acuerdo entre los dos países. Estados Unidos sacó a sus tropas del país en 2011 al terminar las operaciones de combate, pero regresó cuando el grupo EI comenzó a conquistar amplias zonas del país en 2014.

El número de militares estadounidenses en Irak se ha mantenido bajo debido a las sensibilidades políticas en el país, después de lo que algunos iraquíes consideran años de ocupación estadounidense desde el inicio de la guerra en 2003. Aunque los líderes iraquíes pueden aceptar en privado la entrada de más tropas estadounidenses para combatir a la milicia extremista, temen que de hacerse público se produzca una reacción negativa en la población.

Las tropas estadounidenses en Siria combatieron durante cinco años junto a las fuerzas de liderazgo kurdo en el norte de Siria y expulsaron al grupo EI del territorio que controlaba, una lucha que costó las vidas de miles de combatientes kurdos. Según el nuevo acuerdo, buena parte del territorio sería entregada a rivales de Estados Unidos.

Los principales ganadores de la operación son Turquía y Rusia. Turquía obtendría el control en solitario de zonas de la frontera siria tomadas en su invasión, mientras que las fuerzas turcas, rusas y sirias supervisarían el resto de la frontera. A los combatientes kurdos, exaliados de Estados Unidos, les queda confiar en que Moscú y Damasco preserven algún vestigio de la autonomía kurda siria en la región