Senadores de ambos partidos anuncian un acuerdo para una reforma inmigratoria que contempla un camino a la ciudadanía, pero dicen que para lograrlo necesitan el apoyo de todos.
Senadores republicanos y demócratas se unieron este lunes para anunciar lo que denominaron "el primer paso" en el inicio de discusiones que lleven a la aprobación de una reforma inmigratoria integral que saque de las sombras a más de 11 millones de indocumentados.
El anuncio se produce en un momento considerado por los legisladores como "el más oportuno" para lograr corregir un sistema de inmigración roto desde hace mucho tiempo.
La iniciativa bipartidista se basa en principios básicos como son asegurar las fronteras, revisar los antecedentes de los inmigrantes, fortalecer un sistema de verificación de empleo, mejorar el otorgamiento de visas a trabajadores huéspedes, y contempla como un factor primordial incluir el DREAM Act.
De ser aprobado finalmente por el Congreso, el proyecto permitirá a los indocumentados que cumplan ciertos requisitos registrarse y obtener un "estatus pendiente", mientras se revisa su expediente para otorgarle la residencia permanente y posteriormente aspirar a la ciudadanía, así lo explicó el senador Robert Menéndez.
Por su parte el senador Schummer reiteró que automáticamente los inmigrantes registrados obtendrían el derecho de permanecer y trabajar en este país sin temor a ser deportados mientras se revisa su documentación.
Los requisitos que establecería el nuevo plan serían pagar impuestos, no tener antecedentes penales, y estar viviendo en EE.UU. por varios años, además del pago de multas y aprender inglés.
Los senadores que expresaron su apoyo a la reforma este lunes son los demócratas Charles Schumer de Nueva York; Dick Durbin, de Illinois; Robert Menéndez, de Nueva Jersey, y Michael Bennet de Colorado. Los republicanos son John McCain, de Arizona; Lindsey Graham, de Carolina del Sur; Marco Rubio, de Florida, y Jeff Flake, de Arizona.
De igual manera el líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, expresó su apoyo a la iniciativa bipartidista y dijo que “reparar las fallas de nuestro sistema inmigratorio es una prioridad urgente" .
Se espera que Obama exponga el martes su propia postura a favor de los cambios en inmigración durante una visita a Las Vegas, Nevada.
El anuncio se produce en un momento considerado por los legisladores como "el más oportuno" para lograr corregir un sistema de inmigración roto desde hace mucho tiempo.
La iniciativa bipartidista se basa en principios básicos como son asegurar las fronteras, revisar los antecedentes de los inmigrantes, fortalecer un sistema de verificación de empleo, mejorar el otorgamiento de visas a trabajadores huéspedes, y contempla como un factor primordial incluir el DREAM Act.
De ser aprobado finalmente por el Congreso, el proyecto permitirá a los indocumentados que cumplan ciertos requisitos registrarse y obtener un "estatus pendiente", mientras se revisa su expediente para otorgarle la residencia permanente y posteriormente aspirar a la ciudadanía, así lo explicó el senador Robert Menéndez.
Por su parte el senador Schummer reiteró que automáticamente los inmigrantes registrados obtendrían el derecho de permanecer y trabajar en este país sin temor a ser deportados mientras se revisa su documentación.
Los requisitos que establecería el nuevo plan serían pagar impuestos, no tener antecedentes penales, y estar viviendo en EE.UU. por varios años, además del pago de multas y aprender inglés.
Los senadores que expresaron su apoyo a la reforma este lunes son los demócratas Charles Schumer de Nueva York; Dick Durbin, de Illinois; Robert Menéndez, de Nueva Jersey, y Michael Bennet de Colorado. Los republicanos son John McCain, de Arizona; Lindsey Graham, de Carolina del Sur; Marco Rubio, de Florida, y Jeff Flake, de Arizona.
De igual manera el líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, expresó su apoyo a la iniciativa bipartidista y dijo que “reparar las fallas de nuestro sistema inmigratorio es una prioridad urgente" .
Se espera que Obama exponga el martes su propia postura a favor de los cambios en inmigración durante una visita a Las Vegas, Nevada.