De académico a agricultor

Una buena parte de lo que se cosecha en el huerto de Marvin Dunn es regalado a personas pobres.

Un profesor universitario de Miami ideó un huerto con fines escolares ahora convertido en una hermosa obra social.

Marvin Dunn, un profesor universitario de Miami, Florida, plantó un huerto en un barrio pobre de la ciudad para darles a sus alumnos la oportunidad de realizar actividades voluntarias, y lo que al principio fue sólo una visión ahora se ha convertido en una finca urbana que durante todo el año produce frutas y vegetales.

Dunn creció en la parte de la ciudad conocida como Overtown, un barrio históricamente habitado por la comunidad negra de Miami, que según él cuenta tuvo una época mejor.

“Overtown era un sitio popular, próspero y hermoso dónde vivir. No había desempleo, pero con el paso de los años la comunidad declinó”, recuerda.

Cómo en muchas otras áreas pobres de Estados Unidos, el trabajo desapareció y el crimen y las drogas hicieron su aparición. Pero entre tantos desafíos, Dunn vio una oportunidad.

“Había terrenos disponibles, una gran cantidad de desperdicios y basura. Simplemente empezamos a sembrar. Y supuse que después me iban a decir que devolviera al mismo sitio donde las habíamos encontrado, las jeringuillas de los drogadictos y toda la basura”, señala.

Pero ahora Dunn tiene un trato que le permite usar la tierra y también dispone de varios subsidios financieros para respaldar su sueño.

Según Maggie Pons, la administradora, allí tienen sembrado "brócoli, espinaca, pepino, remolacha...”.En el huerto se cosechan vegetales, frutas y plantas para vender o regalar a la comunidad. En dos años, la parcela ha crecido tanto que pasó de huerto a ser una finca agrícola en producción todo el año.

“Constantemente se siembra, se transplanta, para estar seguros de que la cosecha va bien. De manera que es mucho más que un huerto”, dice Pons.

A cargo del cuidado de las plantas hay un equipo de ocho trabajadores, la mayor parte de ellos gente desempleada de Overtown. Ronald White asegura que el huerto es un paso hacia un cambio positivo.

“Haciendo esto y consiguiendo que la gente lo vea, esperamos que las cosas cambien, porque este vecindario necesita mucha ayuda”, dice White.

Además de empleos, el huerto proporciona alimentos saludables a los residentes del área con bajos ingresos. Dunn subraya que poca gente en Overtown puede darse el lujo de pagar productos frescos y orgánicos.

“Eso tiene en verdad implicaciones para la salud, especialmente de los niños. Y es por eso que la pasada cosecha llevamos la mayor parte de nuestra producción a escuelas de la comunidad y la distribuimos gratuitamente”, dice.

Una buena cantidad de lo que se recoge del huerto se regala, y Dunn confiesa sentirse feliz de saber que el fruto de todo ese esfuerzo va a manos de quienes más lo necesitan.