EE.UU. y Cuba a diálogo migratorio

Estados Unidos sólo apoya la inmigración ordenada y segura utilizando medios legales.

La cuarta ronda de conversaciones sobre migración tendrá efecto en la capital cubana el próximo 12 de enero.

Estados Unidos y Cuba efectuarán una nueva ronda de conversaciones migratorias el próximo 12 de enero en La Habana, la cuarta desde que reanudaron este tipo de encuentros en Nueva York en 2009.

Arturo Valenzuela, secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, dijo que aunque ambos gobiernos siguen teniendo conversaciones sobre migración, es muy difícil el diálogo sobre otros temas.

Valenzuela precisó que resulta difícil llevar a cabo un diálogo más amplio cuando las autoridades cubanas “no pueden ni siquiera solucionar algo que representa una preocupación fundamental para EE.UU” refiriéndose a la detención de Alan Gross.

Gross, un ciudadano estadounidense que trabajaba como contratista para la Agencia para el Desarrollo Internacional de EE.UU., permanece en prisión en Cuba desde diciembre de 2009.

Las autoridades cubanas, que hasta ahora no han formulado cargos en su contra, dicen estar investigándolo por espionaje.

Funcionarios estadounidenses han expresado claramente que hay pocas esperanzas de que las relaciones bilaterales puedan mejorar mientras las autoridades cubanas mantengan detenido a Gross.

Respecto al levantamiento de restricciones a los viajes de estadounidenses a Cuba, especialmente los de carácter cultural, académico o religioso, Valenzuela dijo que ese sigue siendo un objetivo de EE.UU.

Según Uva de Aragón, subdirectora del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida, “no hay muchas rezones en este momento para estar optimistas de que las conversaciones tengan resultados muy positivos, aunque siempre es bueno que haya canales de comunicación entre los dos países”.

Las reuniones bilaterales se limitan a la discusión de asuntos migratorios desde 1994. Luego fueron canceladas durante la presidencia de George W. Bush en 2003, y no se reanudaron hasta 2009.

Su principal propósito es revisar periódicamente el cumplimiento de un acuerdo alcanzado hace 17 años en virtud del cual EE.UU. concede cada año 20.000 visas a cubanos. La última reunión migratoria tuvo lugar en junio del año pasado en Washington.