Los gobiernos de Estados Unidos y México se proponen recalibrar su acuerdo bilateral en materia de seguridad, enfocado, entre otros temas, en combatir el crimen organizado orientado hacia la trata de personas, dijeron el jueves funcionarios del Departamento de Estado en Washington.
“El marco de seguridad consiste en tomar medidas o pasos adicionales, como para abordar la actividad delictiva asociada con el movimiento de personas”, dijo un funcionario en conferencia telefónica.
El primer Diálogo de Seguridad de Alto Nivel entre Estados Unidos y México (HLSD, por sus siglas en inglés) iniciará el viernes en la capital mexicana y prevé la participación de altos funcionarios estadounidenses y mexicanos.
El secretario de prensa del Departamento de Estado, Ned Price, dijo el jueves en la tarde a reporteros que el diálogo está basado “en discusiones previas que hemos tenido con nuestros socios mexicanos en términos de cómo proteger a nuestra gente (…) cómo perseguir mejor las redes criminales y al mismo tiempo promover los derechos humanos y el estado de derecho”.
También lea EE. UU. listo para conversaciones de seguridad con MéxicoViajan a Ciudad de México el secretario de Estado, Antony Blinken, como cabeza de la delegación, acompañado del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; el secretario de Justicia, Merrick Garland; el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, y el director principal del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, Juan González, según la Casa Blanca.
Un funcionario del Departamento de Estado informó que el secretario Blinken se reunirá con el mandatario Andrés Manuel López Obrador y con su canciller, Marcelo Ebrard.
La armas, sobre la mesa
En el mes de agosto López Obrador presentó en nombre de México una demanda en un tribunal de Boston contra los principales fabricantes de armas estadounidenses por facilitar “flujos ilegales de armas transfronterizas”.
La iniciativa busca que se compense al Estado mexicano por los daños causados con “sus prácticas negligentes", en referencia a los fabricantes de armas.
El jueves, en una rueda de prensa telefónica, funcionarios estadounidenses abordaron la posibilidad de que el tema salga a colación. La actualización del acuerdo, dijo uno de los funcionarios, tiene también el objetivo de “hacer frente al flujo de armas hacia México”, pero busca estrategias “en ambos lados de la frontera”.
"Este nuevo marco de seguridad mira a través de una lente de gran angular los desafíos para nuestros gobiernos. Debemos continuar investigando el arresto y enjuiciando a los criminales, pero es igualmente cierto que debemos asegurar el aire, la tierra y los puertos de entrada”, concluyó.
* El periodista Jorge Agobian contribuyó con este reporte desde Washington DC.
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