La corporación japonesa Takata se declaró culpable el lunes en una corte de Detroit de un cargo de delito mayor como parte de un esperado acuerdo judicial por valor de 1.000 millones de dólares con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que incluye fondos de compensación para las automotrices y víctimas de sus infladores de bolsas de aire defectuosos.
Luego de la declaración de culpabilidad, el juez escuchó objeciones al acuerdo de parte de abogados de algunas de las víctimas de los infladores Takata defectuosos, quienes alegan que el acuerdo judicial será usado por los fabricantes de automóviles para evitar demandas, explicó un funcionario de la corte.
Takata espera lograr la aprobación del tribunal al acuerdo negociado, un importante obstáculo para asegurar el respaldo de un inversionista o posible comprador que pueda financiar un esfuerzo para reorganizar la empresa y ayudarle a hacer frente al multimillonario costo del mayor llamado a reparación en la industria automovilística.
Abogados de propietarios estadounidenses de vehículos han demandado a las automotrices, Honda, Nissan, BMW AG, Ford, Mazda y otras, alegando que éstas sabían de las bolsas de aire defectuosas de Takata desde hace años, pero continuaron usándolas.
Al menos 16 muertes han sido atribuidas a infladores de bolsas de aire Takata que explotaron. Los defectos han llevado a 10 automotrices a llamar a reparación más de 31 millones de autos en todo el mundo desde 2008. Todas, menos una de las muertes han ocurrido en autos Honda.
Kevin Dean, un abogado de Carolina del Sur que representa a algunas de las víctimas que han demandado a las automotrices, dijo en un documento que presentó el lunes en corte, que el acuerdo de culpabilidad negociado está “lleno de inexactas, incompletas y engañosas afirmaciones de hechos”, que podrían ayudar a las automotrices a evitar las demandas.
Takata aceptó el mes pasado declararse culpable de un solo cargo de fraude postal relacionado con haber recibido pagos de un estado a otro por los infladores defectuosos como parte de un acuerdo de culpabilidad negociado con fiscales federales.
Fiscales estadounidenses han acusado a tres exejecutivos de Takata en Japón de falsificar los resultados de pruebas para ocultar el defecto vinculado al llamado a reparación de unos 100 millones de infladores de bolsas de aire en todo el mundo.
En enero, Takata aceptó establecer dos fondos de restitución administrados independientemente: uno de 850 millones de dólares para compensar a las automotrices por los llamados a reparación, y un segundo de 125 millones de dólares para los individuos físicamente lesionados por bolsas de aire Takata que no han llegado a un acuerdo con la compañía.
Se espera que ambos fondos sean administrados por el experto en compensaciones Kenneth Feinberg, quien manejó un fondo similar para General Motors.
Las automotrices estadounidenses continuarán haciendo llamados a reparación de infladores defectuosos hasta 2020. Los reguladores de seguridad de Estados Unidos han dicho que las automotrices son responsables de reemplazar las bolsas de aire defectuosas, no importa lo que suceda con Takata.