Como respuesta al impacto que dejó en la sociedad la matanza de Newtown, 24 personas comenzaron en el campus universitario de San Diego, California, un programa de dos jornadas llamado "Cursillo de Respuesta ante un Tirador Activo".
El objetivo de las sesiones es proporcionar pautas y herramientas de actuación ante situaciones tan extremas como un tiroteo y para ello se recrean los dramas vividos en anteriores episodios perturbadores como el de Columbine o la masacre de Virginia Tech.
También se llevan a cabo lecturas y debates sobre el perfil de los asesinos, el tipo de armas, las motivaciones para matar, el entorno familiar y las secuelas en las víctimas.
“Nuestra responsabilidad es proporcionar a la gente tantas herramientas como sea posible para sobrevivir”, dice el capitán Lamine Secka de la fuerza de policía de la ciudad de San Diego.
El próximo otoño, estos mismos asistentes estarán dando un seminario de 90 minutos a los nuevos estudiantes de primer año de la Universidad de San Diego, que incluirá además un sistema de alerta a través de mail, sms y redes sociales cuando se sospeche de que hay un pistolero.
En San Diego hay antecedentes dolorosos de muertes violentas en casos de pistoleros que abren fuego de manera indiscriminada.
Tal vez el caso más conocido y conmovedor es el de Brenda Spencer, de 16 años, que disparó contra varias personas, asesinando a dos de ellas. Justificó sus accionar violento afirmando que “no me gustan los lunes”.
Luego, en 1996, 2001 y 2010 se registraron hechos trágicos que involucran a personas armadas que dejaron muerte y dolor al disparar indiscriminadamente.
Manual para sobrevivir en tiroteos
El debate es si se deben poner hombres armados en las escuelas o permitir que los docentes estén armados.
En San Diego, California, se dio inicio a un curso que "enseña" cómo enfrentar tiroteos y personas armadas.