Los ciberataques, que pueden llegar a ser tan devastadores para un país como los atentados del 11 de septiembre de 2001, son algo que el gobierno estadounidense no podría enfrentar en estos momentos.
Según un informe elaborado por los autores del informe oficial de la tragedia del 9-11, existen "lagunas" en el sistema de seguridad de EE.UU. para luchar contra los riesgos de ciberataques contra infraestructuras energéticas, de transporte o financieras del país; y contra la piratería de propiedad intelectual.
Esta comisión se encargó de elaborar en 2004 un informe con muchas recomendaciones para reformar el aparato de seguridad de EE.UU. y así evitar nuevos ataques terroristas.
Diez años después de la publicación de ese informe, los miembros de la comisión elaboraron uno nuevo para actualizar sus recomendaciones.
El nuevo informe cita a un ex director de un organismo de inteligencia, para quien "es como si estuviéramos en el 10 de septiembre de 2011 en lo que atañe a nuestra preparación en materia cibernética".
"El Estado se desenvuelve mucho mejor para protegerse a sí mismo y a sus sistemas que para ayudar al sector privado a protegerse", opinó Jamie Gorelick, ex miembro de la comisión. "Ahí es donde somos más vulnerables".
El gobierno de EE.UU. considera desde hace meses una ley sobre ciberseguridad que mejore la circulación de información sobre ataques informáticos entre organismos federales y empresas de sectores estratégicos.
Sin embargo, esta ley aún no se ha materializado y no parece que se vaya a materializar en el futuro próximo.