Plan de Obama cuesta arriba

Moody´s estima que la economía de EE.UU. crecerá muy por debajo de su potencial.

La agencia calificadora de riesgos Moody´s da pocas probabilidades de vida al plan del presidente para reducir el déficit de EE.UU.

El plan que tiene el presidente Barack Obama para reducir el déficit fiscal de EE.UU. sería beneficioso para la calificación crediticia del país pero las probabilidades de que pueda implementarse son “extremadamente bajas”, según la agencia Moody´s.

A pesar de los esfuerzos del presidente, las diferencias entre republicanos y demócratas significan que ninguno de los planes presentados hasta ahora será aprobado, a juicio de Moody´s, una de las principales agencias calificadoras de riesgos.

Una comisión bipartidista tiene la tarea de proponer al Congreso medidas para reducir el déficit en aproximadamente un billón y medio de dólares. La propuesta de Obama, según Moody´s, daría como resultado un recorte adicional en el déficit de entre $1,5 y $1,8 billones de dólares.

Pero la falta de consenso político en un tema tan crucial como la reducción del déficit no es el único obstáculo a la vista para el país. También lo son las magras perspectivas de crecimiento económico.

Ambos factores pesaron para que el mes pasado otra de las grandes evaluadoras de crédito, Standard & Poor's, rebajara la calificación de la deuda de EE.UU. y despojara al país por primera vez de la máxima puntuación de AAA.

Moody´s, que sí mantuvo a EE.UU. la categoría de AAA pero con una proyección negativa, opinó que todos los planes para reducir el déficit conducen a un declive en la trayectoria de la deuda durante la próxima década si ésta no logra ser apuntalada por un crecimiento económico razonablemente sostenido.

De acuerdo con Steven Hess, analista de la agencia, el crecimiento económico de EE.UU. se mantendrá bien por debajo de su potencial al menos hasta el 2012, y su tasa será inferior a todas las que se han estimado en dichos planes.

De hecho muchos economistas temen que EE.UU. pueda caer en una nueva recesión si se amplía la crisis de los países de la eurozona, e incluso el FMI redujo los estimados de crecimiento de la economía estadounidense a 1,5 por ciento este año, y 1,8 por ciento el próximo.