Trump: "No hay otra alternativa más que derrotar uso de opiáceos"

Una comisión creada por el presidente Donald Trump para estudiar el problema lo instó la semana pasada a declarar una emergencia nacional por el uso de opiáceos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes que Estados Unidos no tiene otra alternativa que derrotar una epidemia de uso de opiáceos, pero no anunció nuevas políticas para combatir la crisis de salud que le quita la vida a más de 100 estadounidenses diariamente.

En medio de sus vacaciones de dos semanas en su club de golf de Nueva Jersey, Trump se reunirá con el Secretario de Salud y Servicios Humanos Tom Price para discutir el asunto.

"Es un problema como el que no hemos visto", dijo Trump a periodistas en medio de una escapada de dos semanas en su club de golf en Nueva Jersey.

"Lucharemos contra esta mortal epidemia y los Estados Unidos ganarán (…) Ganaremos, no tenemos alternativa”, precisó.

Trump frecuentemente mencionó la crisis de los opioides como candidato presidencial, pero le ha dado menos atención pública desde que asumió el cargo en enero.

Una comisión creada por Trump para estudiar el asunto lo instó la semana pasada a declarar una emergencia nacional para hacer frente a lo que llamó la crisis que implica la epidemia de uso de opioides, enmarcando su número de muertos en el contexto de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

La comisión, encabezada por el gobernador republicano de Nueva Jersey Chris Christie, recomendó una serie de pasos que Trump podría tomar por su cuenta sin el Congreso.

Se pidió obviar una norma federal que restringe el número de personas que pueden recibir tratamiento de adicción residencial bajo el programa de atención médica de Medicaid para los pobres y discapacitados.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, los opioides fueron causantes de más de 33.000 muertes en Estados Unidos en 2015, el último año para el cual se dispone de datos, y las estimaciones muestran que la tasa de mortalidad ha seguido aumentando.

Price ha llamado a la epidemia una de las principales prioridades de su agencia. La comisión citó datos gubernamentales que demuestran que desde 1999 las sobredosis de opiáceos estadounidenses se han cuadruplicado, agregando que casi dos tercios de las sobredosis de drogas estadounidenses estaban vinculadas a opioides como la heroína y los potentes analgésicos Percocet, OxyContin y fentanilo.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, en 2015 hubo más de más de 33.000 muertes en Estados Unidos como consecuencia de los opioides.

La comisión citó datos gubernamentales que demuestran que desde 1999 las sobredosis de opiáceos estadounidenses se han cuadruplicado, y agregó que casi dos tercios de las sobredosis de drogas estadounidenses estaban han estado vinculadas a opioides como la heroína y los potentes analgésicos Percocet, OxyContin y fentanilo.

"142 estadounidenses mueren día tras día por esta enfermedad… Estados Unidos está soportando un número de muertos igual al 11 de septiembre cada tres semanas", escribieron los miembros de la comisión en un informe.

Hasta ahora, la Casa Blanca no ha dado ninguna indicación de que Trump adoptará las recomendaciones del panel.

El presupuesto federal inicial del presidente republicano pidió un aumento del 2 por ciento en los programas de tratamiento de drogas y proporcionaría fondos para aumentar la seguridad fronteriza para detener el flujo de drogas al país.

Un estudio publicado el lunes en el American Journal of Preventive Medicine que es dirigido por investigadores de la Universidad de Virginia encontró que las cifras oficiales emitidas por los estados sobre las muertes causadas por las sobredosis de opioides y heroína fueron sustancialmente infra-reportados.

Los investigadores examinaron los certificados de defunción que datan de 2008 a 2014 y encontraron que las tasas nacionales de mortalidad por opioides se ubicaban en un 24 por ciento por encima de los datos reportados anteriormente, y la tasa de mortalidad de heroína alcanzó un 22 por ciento por encima del deportado.