EE.UU. pena de muerte para asesino

Los jurados de la Corte Suprema de New Haven votaron en favor de la ejecución de Steven Hayes luego de deliberar por cuatro días.

Los abogados defensores trataron de evitar la condena presentando al acusado como un drogadicto.

Un jurado en la Corte Suprema de la ciudad de New Haven, en el estado de Connecticut, condenó a muerte por voto unánime al acusado por un asesinato triple ocurrido en 2007.

El horroroso crimen que generó una gran alarma pública en el país hace tres años, se produjo en una casa de los suburbios de la ciudad.

La madre, Jennifer Hawke-Petit fue estrangulada y sus dos hijas, Michaela de 11 años y su hermana Hayley de 17 años, fueron atadas a sus camas, rociadas con gasolina y abandonadas para que murieran en un incendio provocado por los criminales. Las niñas murieron por inhalación de humo.

Los jurados de la Corte Suprema de New Haven votaron en favor de la ejecución de Steven Hayes luego de deliberar por cuatro días. La sentencia será impuesta por el juez de la causa.

Los abogados de Hayes habían tratado de persuadir al jurado de no sentenciarlo a muerte con el argumento de que era un torpe ladrón drogadicto y señalaron a su cómplice, Joshua Komisarjevsky, como el autor intelectual del asalto. También dijeron que Hayes estaba arrepentido y que quería ser condenado a muerte.

La familia fue atormentada por siete horas antes de ser asesinada. Komisarjevsky, quien será juzgado el próximo año, está acusado de atacar sexualmente a la hija menor.

Connecticut no ha ejecutado a ningún hombre desde 1960, aun cuando hay otros nueve sentenciados a muerte. Probablemente Hayes pasará años o décadas en prisión.