El ejército de EE.UU. estaría dispuesto a actuar sobre la ley de inmigración y aceptar en sus filas a inmigrantes sin papeles amparados por la acción diferida DACA.
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"Por carecer de esos nueve dígitos del seguro social no pude cumplir mi sueño”, dijo Michael Nazario, un joven indocumentado de 25 años que no pudo ingresar al Ejército de Estados Unidos por carecer de un estatus legal.
Mientras Nazario se congregaba frente al Congreso con un séquito de “soñadores” como él, para pedir una ley que permita a los jóvenes indocumentados ingresar al Ejército y aspirar a la ciudadanía, el Pentágono anunció que estudia la posibilidad de admitir en sus filas a los jóvenes inmigrantes conocidos como “dreamers” y que están amparados con la acción diferida DACA.
De esta manera, el Pentágono actuaría de manera unilateral, pasando por alto el estancamiento en el que se encuentra la ley para una reforma inmigratoria en el Congreso y ante la negativa de la mayoría republicana de la Cámara de Representantes de no considerar una enmienda que propone lo mismo en beneficio de los soñadores.
El Departamento de Defensa "continúa examinando las leyes y políticas que lidian con la elegibilidad de no ciudadanos para servir en las fuerzas armadas para determinar si y cómo nuestros programas pueden ser aplicados a beneficiarios de la DACA (Programa de suspensión de deportaciones)", dijo el portavoz del Pentágono, teniente comandante Nate Christensen.
El anuncio del pentágono también se realizó en momentos en que el líder republicano de la Cámara, John Boehner, cerró cualquier posibilidad de avanzar en la aprobación de una reforma inmigratoria y en el que las presiones por más acciones ejecutivas recaen sobre el presidente Barack Obama.