El presidente Joe Biden enviará la primera estrategia nacional de control de drogas de su administración al Congreso, mientras que el número de muertes por sobredosis en Estados Unidos alcanzó un nuevo récord de casi 107.000 durante los últimos 12 meses.
La estrategia, publicada el jueves, es el primer plan nacional que prioriza lo que se conoce como reducción de daños, dijo el Dr. Rahul Gupta, zar antidrogas de la Casa Blanca. Eso significa que se enfoca en prevenir la muerte y la enfermedad en los usuarios de drogas mientras trata de involucrarlos en la atención y el tratamiento.
La estrategia exige cambios en las leyes y políticas estatales para apoyar la expansión de la reducción de daños.
“Con demasiada frecuencia, estas drogas terminan en comunidades donde la naloxona no está fácilmente disponible”, dijo Gupta el miércoles, refiriéndose al medicamento que puede revivir a los usuarios que han sufrido una sobredosis, “donde los servicios de reducción de daños están restringidos o no cuentan con fondos suficientes, donde hay inaceptables barreras al tratamiento.”
La Asociación Médica Estadounidense ha abogado por que la naloxona esté disponible sin receta. Las tiras reactivas que previenen las sobredosis mediante el control de los medicamentos en busca de fentanilo y los programas de jeringas limpias son otros ejemplos de reducción de daños.
Reducción de daños previene sobredosis
La reducción de daños previene sobredosis, reduce la transmisión de enfermedades infecciosas y “como se declaró en un informe reciente de una comisión del Congreso, tiene apoyo bipartidista”, dijo Gupta.
El primer médico en dirigir la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas, Gupta supervisará la estrategia, que también incluye: Focalizarse en las actividades financieras de las organizaciones criminales transnacionales que fabrican y trafican drogas ilícitas en los Estados Unidos. Reducir la oferta de drogas ilícitas contrabandeadas a través de las fronteras de Estados Unidos. Mejorar los sistemas de datos y la investigación que guían la política de drogas. Asegurarse de que las personas con mayor peligro de sobredosis puedan recibir tratamientos basados en evidencia, incluidas las personas sin hogar y las que están en prisión o en la cárcel.
“Todos los que quieran tratamiento deberían poder obtenerlo”, dijo Gupta.
[Con información de The Associated Press]
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