Las violentas protestas en rechazo a Estados Unidos continúan en Kabul, Beirut y Yakarta, mientras Hezbolá insta mostrar la ira en los días siguientes.
Las protestas antiestadounidenses continuaron este lunes en Afganistán, donde centenares de afganos quemaron automóviles y lanzaron piedras contra una base militar estadounidense.
Las autoridades intentaron contener la violencia que abatió la capital, Kabul, por cuarto día consecutivo, pero se reportó que al menos un patrullero policial había sido quemado por la turba.
Las manifestaciones se desataron la semana pasada en Medio Oriente, cuando un video de 14 minutos, parte de una película producida por un cristiano copto en Estados Unidos, fue vista por miles de personas en el internet. La película hace burla del profeta Mahoma.
En Beirut, el líder del grupo miliciano libanés Hezbola –considerado como una organización terrorista por Estados Unidos– instó el domingo a sus seguidores a protestar contra el filme, diciendo que Estados Unidos debe ser responsabilizado por el enfrentamiento entre musulmanes y cristianos.
"Debéis mostrar al mundo entero vuestra ira y vuestros gritos, el lunes y los días siguientes", declaró el jefe de este poderoso movimiento chiita, Hasán Nasralá, en un discurso difundido por Al Manar, la cadena de televisión de Hezbolá.
En Indonesia también se repitió la historia cuando manifestantes enfurecidos por la película chocaron con la policía en las afueras de la sede diplomática estadounidense en Yakarta, lanzando piedras y cocteles Molotov y quemando neumáticos.
Al menos un policía fue herido en la cabeza.
También se realizaron protestas en las ciudades de Medan y Bandung.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, dijo en Tokio que las protestas tienden a estabilizarse. "Continúan algunas, pero parece que hay alguna estabilización en la violencia que pensamos que podría tener lugar", aseguró.
"Sospecho que lo que hemos visto, esas manifestaciones van a continuar probablemente durante los próximos días, si no más", añadió.
Las autoridades intentaron contener la violencia que abatió la capital, Kabul, por cuarto día consecutivo, pero se reportó que al menos un patrullero policial había sido quemado por la turba.
Las manifestaciones se desataron la semana pasada en Medio Oriente, cuando un video de 14 minutos, parte de una película producida por un cristiano copto en Estados Unidos, fue vista por miles de personas en el internet. La película hace burla del profeta Mahoma.
En Beirut, el líder del grupo miliciano libanés Hezbola –considerado como una organización terrorista por Estados Unidos– instó el domingo a sus seguidores a protestar contra el filme, diciendo que Estados Unidos debe ser responsabilizado por el enfrentamiento entre musulmanes y cristianos.
"Debéis mostrar al mundo entero vuestra ira y vuestros gritos, el lunes y los días siguientes", declaró el jefe de este poderoso movimiento chiita, Hasán Nasralá, en un discurso difundido por Al Manar, la cadena de televisión de Hezbolá.
En Indonesia también se repitió la historia cuando manifestantes enfurecidos por la película chocaron con la policía en las afueras de la sede diplomática estadounidense en Yakarta, lanzando piedras y cocteles Molotov y quemando neumáticos.
Al menos un policía fue herido en la cabeza.
También se realizaron protestas en las ciudades de Medan y Bandung.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, dijo en Tokio que las protestas tienden a estabilizarse. "Continúan algunas, pero parece que hay alguna estabilización en la violencia que pensamos que podría tener lugar", aseguró.
"Sospecho que lo que hemos visto, esas manifestaciones van a continuar probablemente durante los próximos días, si no más", añadió.