Estados Unidos renovó la advertencia de viaje a Honduras, explicando que el crimen y la violencia siguen siendo "un serio problema" en el país.
Según indicó el Departamento de Estado, Honduras tiene el mayor índice de asesinatos del mundo desde 2010 con más de 75,6 asesinatos por cada 100.000 habitantes y "el gobierno carece de los recursos suficientes para investigar y procesar de manera adecuada los casos y la policía no tiene a veces a disposición vehículos o combustible para responder a una llamada".
Según el informe, que actualiza la última alerta de diciembre de 2013, la policía hondureña ha participado en delitos como el robo de automóviles y la policía no tiene suficientes vehículos o gasolina para responder a reportes de crímenes violentos.
Además, Honduras es una base de operaciones para organizaciones de narcotraficantes y los secuestros son cada vez más numerosos.
El Departamento de Estado advirtió finalmente que los visitantes están en riesgo de ser asesinados, asaltados y atacados en los mismos autobuses turísticos en otras partes, incluyendo las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula pero que el gobierno de Honduras ha aumentado la presencia policial en lugares turísticos, tales como centros turísticos y las ruinas Mayas de Copan.