El gobierno del presidente Donald Trump anunció la imposición de sanciones a 19 ciudadanos rusos por su presunta interferencia en las elecciones de 2016, entre ellos 13 acusados por el fiscal especial Robert Mueller.
Las sanciones son también el primer uso de los nuevos poderes que el Congreso aprobó el año pasado para castigar a Moscú por inmiscuirse en las elecciones norteamericanas que ganó Trump.
Ante el anuncio, el presidente Donald Trump indicó que se trata de algo "muy triste" y que "nunca jamás debió de haber pasado". Además expresó que todo parece indicar que el presidente ruso, Vladimir Putin estuvo detrás de esto.
"Una situación muy triste. Ciertamente parece que los rusos estaban detrás de esto. Algo que nunca debió suceder, y lo tomamos muy en serio, además creo que son muchos otros", dijo el presidente Trump en el marco de su reunión con el Primer Ministro de Irlanda, Leo Varadkar, en la Casa Blanca.
Los rusos sancionados incluyen a funcionarios que trabajan para la agencia de la inteligencia militar rusa, GRU.
El Departamento del Tesoro dijo que la GRU y los militares rusos intervinieron en las elecciones estadounidenses y que fueron “directamente responsables” del ciberataque NotPetya, que afectó a empresas de toda Europa en junio de 2017.
Los incluidos en la acusación de Mueller incluyen a Yevgeny Prigozhin, quien es conocido como el chef del presidente ruso Vladimir Putin. El gobierno de Trump también se está enfocando en la Agencia de Investigación de Internet, que según Mueller orquestó gran parte de la manipulación cibernética en las elecciones presidenciales.