En medio de un clima donde se teme que la oposición intente matar cualquier esfuerzo, los senadores demócratas están optimistas de que se apruebe el proyecto de ley mientras la Cámara de Representantes aún no presenta su versión.
La reforma migratoria en EE.UU. sigue su proceso en un contexto donde se teme que la oposición arremeta con fuerza para tratar de matar cualquier intento, como sucedió en el 2007 mientras las alianzas y las estrategias de los que están a favor se fortalecen cada vez más.
Después de celebrar varias audiencias, el comité judicial del Senado se prepara para empezar este jueves a deliberar sobre la reforma migratoria.
El presidente del comité judicial del Senado, el demócrata Patrick Leahy, señaló este domingo a la cadena NBC que el proceso será “justo y abierto” por un voto a favor o en contra sobre las enmiendas, y minimizó que algunas puedan frenar la aprobación del proyecto de ley.
“Hemos tenido diez diferentes cosas que la gente dice que puede acabar” con los esfuerzos, como el muro fronterizo, la multa o el asunto de la inclusión de parejas del mismo sexo en el plan de reunificación familiar, anotó.
Al mismo tiempo el senador Dick Durbin, miembro del llamado Grupo de los 8 que preparó el proyecto de ley sobre la reforma migratoria, se mostró muy optimista y declaró que “una reforma migratoria hará más fuerte al país”.
De esta manera se intenta balancear el temor generado por grupos opositores que han empezado a retomar su retórica antiinmigrante con el objetivo de matar cualquier esfuerzo por aprobar una reforma migratoria como lo hicieron en el 2007.
"Los partidarios del proyecto de ley lo promovieron fuertemente antes de que nadie lo viera en detalle, y algunas voces republicanas y conservadoras de alguna forma contuvieron sus ataques, pero eso está empezando a cambiar", dijo el senador republicano Jeff Sessions, quien fue uno de los principales opositores en el intento del 2007 por aprobar una reforma del sistema de inmigración.
Sessions ha empezado a emitir discursos en la Cámara de Representantes y comunicados de prensa para sostener que el proyecto de ley traería muchos más inmigrantes a Estados Unidos que lo anunciado y que sería perjudicial para los trabajadores de Estados Unidos y el empleo.
Por su parte el presidente Obama, quien apoya una reforma migratoria con camino a la ciudadanía ha reiterado constantemente su respaldo y ha expresado que tiene la esperanza de que se apruebe cuanto antes un proyecto de ley.
Después de celebrar varias audiencias, el comité judicial del Senado se prepara para empezar este jueves a deliberar sobre la reforma migratoria.
El presidente del comité judicial del Senado, el demócrata Patrick Leahy, señaló este domingo a la cadena NBC que el proceso será “justo y abierto” por un voto a favor o en contra sobre las enmiendas, y minimizó que algunas puedan frenar la aprobación del proyecto de ley.
“Hemos tenido diez diferentes cosas que la gente dice que puede acabar” con los esfuerzos, como el muro fronterizo, la multa o el asunto de la inclusión de parejas del mismo sexo en el plan de reunificación familiar, anotó.
Al mismo tiempo el senador Dick Durbin, miembro del llamado Grupo de los 8 que preparó el proyecto de ley sobre la reforma migratoria, se mostró muy optimista y declaró que “una reforma migratoria hará más fuerte al país”.
De esta manera se intenta balancear el temor generado por grupos opositores que han empezado a retomar su retórica antiinmigrante con el objetivo de matar cualquier esfuerzo por aprobar una reforma migratoria como lo hicieron en el 2007.
"Los partidarios del proyecto de ley lo promovieron fuertemente antes de que nadie lo viera en detalle, y algunas voces republicanas y conservadoras de alguna forma contuvieron sus ataques, pero eso está empezando a cambiar", dijo el senador republicano Jeff Sessions, quien fue uno de los principales opositores en el intento del 2007 por aprobar una reforma del sistema de inmigración.
Sessions ha empezado a emitir discursos en la Cámara de Representantes y comunicados de prensa para sostener que el proyecto de ley traería muchos más inmigrantes a Estados Unidos que lo anunciado y que sería perjudicial para los trabajadores de Estados Unidos y el empleo.
Por su parte el presidente Obama, quien apoya una reforma migratoria con camino a la ciudadanía ha reiterado constantemente su respaldo y ha expresado que tiene la esperanza de que se apruebe cuanto antes un proyecto de ley.