La aerolínea estadounidense Southwest dejó en tierra 79 aviones de su flota esta sábado después que uno de sus Boeing 737-300 tuvo que aterrizar de emergencia en Arizona, al abrírsele en pleno vuelo un agujero en el techo del fuselaje.
Una mujer que viajaba a bordo de la nave dijo que sintió como el disparo de un arma de fuego y luego las máscaras de oxígeno colgaron sobre todos los asientos en la cabina.
Un pasajero y una asistente de vuelo se desmayaron mientras el piloto aterrizaba el viernes en una base militar en Yuma.
La compañía informó en un comunicado que sus ingenieros y los de la Boeing examinarán el avión, que tienen 15 años y volaba a 36 mil pies de altura, para determinar las causas del incidente, que ocasionó una repentina caída de la presión en la cabina.
El vuelo 812, con 118 pasajeros y cinco tripulantes cubría ruta entre Phoenix, en Arizona, y Sacramento, en California.
Hace dos años, otro avión de Southwest tuvo un problema similar cuando volaba rumbo a Baltimore y también se vio forzado a aterrizar de emergencia.
A principios de este año, la agencia federal de aviación de EE.UU. impuso a la aerolínea una multa de $7,5 millones de dólares por violación de las normas de seguridad.
En 1988, durante un vuelo local en Hawaii, un Boeing 737 de la aerolínea Aloha experimentó una ruptura en su fuselaje a 24 mil pies de altura que ocasionó la muerte a una azafata y lesiones a decenas de pasajeros.