El presidente Joe Biden detuvo un envío de dos tipos de bombas pesadas a Israel la semana pasada, 3.500 unidades, para evitar que estas armas de fabricación estadounidense se utilizaran en Gaza en un asalto amenazado contra la ciudad sureña de Rafa.
La pausa, confirmada solo este martes, fue una señal de la creciente fricción entre Estados Unidos e Israel sobre la guerra. La administración Biden, el miércoles, reiteró su oposición al ataque, pero confirmó también su férreo apoyo a Israel.
Karine Jean-Pierre, Vocera de la Casa Blanca, dijo a la prensa:
“Hemos estado entablando un diálogo con Israel sobre cómo, por ejemplo, van a satisfacer las necesidades humanitarias de los civiles en Rafa. Eso ciertamente ha sido una preocupación para nosotros y cómo operar de manera diferente contra Hamás."
Precisando: "No han abordado plenamente nuestras preocupaciones.”
Y sobre las maniobras israelies en Rafah, el Departamento de Estado explicó a través su vocero Matthew Miller:
“Obviamente los han visto llevar a cabo una operación limitada con respecto al cruce de Rafah en los últimos días. También los han visto ordenar la evacuación de personas. Todavía no han lanzado una operación militar a gran escala”.
El temor de que estas poderosas armas pudieran golpear decenas de miles de civiles en lugares altamente poblados, no solamente Hamás, convencieron a Estados Unidos.
Y sobre retrasar otros envíos, el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, dijo ante el Congreso:
“Actualmente estamos revisando algunos envíos de asistencia de seguridad a corto plazo en el contexto de los acontecimientos que se desarrollan en Rafa. [...] "Israel no debería lanzar un ataque importante en Rafa sin tener en cuenta y proteger a los civiles.”
Esta pausa fue la primera, desde el comienzo de la guerra, con el objetivo de Biden de poder influenciar a Israel en sus operaciones.
El gobierno de Israel dijo que no tiene nada que añadir sobre esta decisión, mientras el vocero de su ejército, Daniel Hagari, minimizó esta suspensión:
“La ayuda no tiene precedentes, la asociación operativa es importante. Cuando hay disputas, y las hay, se resuelven a puerta cerrarda y con total naturalidad.”
Entre tanto, Hamas e Israel se reunieron este miércoles otra vez para negociar un alto al fuego. Algo que Estados Unidos está impulsando, mientras trata de enviar más ayuda humanitaria dentro de Gaza.
La administración no va a suspender todas las armas a Israel y, en este momento, pero los republicanos ya criticaron duramente esta pausa, por ejemplo, varios senadores dijeron que detener las armas necesarias para destruir Hamás pone en peligro a Israel y hará pagar un precio incluso a Estados Unidos.