Homenaje a víctimas de masacre en Texas

Cruces en honor de las víctimas de la masacre en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, Texas, fueron colocadas frente al lugar de la tragedia. Foto: Gesell Tobías, VOA. Nov. 8, 2017.

Al tiempo de la visita este miércoles del vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence al lugar de la tragedia en Texas, se registró un homenaje a las víctimas de Sutherland Springs, frente a la iglesia donde fueron asesinadas.

Según reportes, dos de los primeros cuatro pacientes que el médico voluntario cargó en ambulancias en el momento de los hechos eran menores, dentro de los cuales se encontraba Annabelle Pomeroy, hija de los pastores de la congregación bautista.

En su visita, el vicepresidente Mike Pence culpó a la burocracia de la Fuerza Aérea además del pistolero por una masacre en una iglesia del sur de Texas que dejó más de dos docenas de muertos.

El gobernador de Texas, Greg Abbott (izq.), saluda al vicepresidente Mike Pence a su llegada a la Base Randolph de la Fuerza Aérea en San Antonio, Texas, Nov. 8, 2017.

Pence habló en una conferencia de prensa el miércoles por la tarde frente a la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, donde ocurrió el tiroteo. Dijo que el pistolero mintió sobre su solicitud de verificación de antecedentes al comprar las armas. También citó la historia del hombre de enfermedad mental y fallas burocráticas dentro de la Fuerza Aérea por la tragedia.

Pence comenzó su viaje a Texas el miércoles visitando el Brooke Army Medical Center en Fort Sam Houston, en San Antonio, para encontrarse con las víctimas heridas en el tiroteo. Luego, él, su esposa y funcionarios de Texas se reunieron con las familias de las víctimas, los primeros en responder y dos hombres que persiguieron al pistolero.

Pence dijo que el presidente Donald Trump había autorizado un complemento completo de recursos federales para la investigación, incluidos 100 agentes del FBI en el lugar.​

La Fuerza Aérea de los EE.UU. está investigando por qué la condena por violencia doméstica del tirador, Devin Kelley, de 26 años, no se ingresó correctamente en la base de datos de la Oficina Federal de Investigaciones, como exige la ley federal.

Las autoridades dicen que la medida debería haber impedido que comprara legalmente el rifle que usó en la masacre.

El ex aviador había sido juzgado por un tribunal militar por golpear a su esposa e hijastro, imputado, condenado a 12 meses de prisión, dado de baja del ejército por mala conducta y rebajado de rango.

Floresville High School, cerca de Sutherland Springs, Texas, donde el vicepresidente de EE.UU. Mike Pence y su esposa Karen, participarán en una vigilia en memoria de las víctimas de la masacre en una iglesia de la comunidad. Foto: Gesell Tobías, VOA. Nov. 8, 2017.

​El dueño de una tienda de armas de Colorado dice que el pistolero que mató a más de dos docenas de personas en una iglesia del sur de Texas compró dos pistolas en su tienda.

Jeff Lepp, dueño de Specialty Sports and Supply en Colorado Springs, Colorado, dijo el miércoles que Devin Patrick Kelley compró una pistola de su tienda en 2014 y un revólver en 2015 después de pasar las verificaciones de antecedentes.

Dijo que no podía identificar las armas específicas por razones de privacidad y señaló que la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF), lo contactó sobre la pistola el domingo por la noche y él les habló del revólver.

Lepp cree que Kelley probablemente ya no tenía el revólver porque los investigadores no le preguntaron al respecto.

Las autoridades han dicho que Kelley compró cuatro pistolas de concesionarios con licencia federal en Texas y Colorado durante los últimos cuatro años. Entre ellos se encontraba el rifle tipo AR-15 utilizado en los tiroteos de la iglesia y las armas de fuego encontradas en el sitio del tiroteo y cerca de este.

El martes, la policía informó que Kelley escapó de un hospital psiquiátrico en Nuevo México, en 2012, donde lo confinaron después de amenazar a los comandantes e ingresar armas subrepticiamente a una base de la Fuerza Aérea. Más tarde fue capturado en el vecino estado de Texas.

El agente del FBI que lidera la investigación sobre el tiroteo, Christopher Combs, dijo que el teléfono móvil del asesino ha sido enviado a un laboratorio de la agencia para su examen, pero que hasta ahora, debido a la encriptación, los investigadores no han podido abrirlo para determinar si se puso en contacto con alguien más sobre el tiroteo o dejó cualquier pista acerca de que estaba a punto de lanzar el ataque.

Los investigadores explicaron por qué creen que una disputa doméstica puede haber estado detrás de los asesinatos. El pistolero había enviado "textos amenazantes" a su suegra antes del tiroteo, dijeron los investigadores, pero ella no estaba en el servicio del domingo.

"Esto no fue motivado por motivos raciales ... no fue por creencias religiosas. Hubo una situación doméstica dentro de la familia y los suegros", dijo el funcionario de seguridad pública de Texas, Freeman Martin.