La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, hizo un llamado enérgico a la comunidad internacional solicitando que se tome "acción" ante la situación nacional de la nación sudamericana.
"La trágica situación en Venezuela demanda acción. El pueblo venezolano está pasando hambre mientras su gobierno pisotea su democracia. La comunidad internacional debe actuar incluso si el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA) están bloqueados. Aplaudimos los continuos esfuerzos de aquellos estados que están comprometidos a mantener el compromiso de nuestro hemisferio con la democracia", dijo Haley en un comunicado.
El gobierno de Venezuela respondió al llamado de la diplomática, reafirmando "el apoyo abrumador" que recibió en las Naciones Unidas de los 57 países que firmaron un documento de apoyo al régimen del presidente Nicolás Maduro, ante lo que llama "los intentos de intervención extranjera en los asuntos internos de Venezuela".
La declaración es firmada por Russia, China, India, Sudáfrica, Irán, Vietnam, Argelia, Egipto, Jordania, Kuwait, Pakistán, Irak, Líbano, Libia, Angola, Etiopía, Palestina, Catar, Azerbaiyán, Siria, Ecuador, Bolivia, Cuba, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Saint Kitts y Nevis, Dominica, Bahrein, Comoros, Diyiboutí, Somalia, Sudán, Tunisia, Yemen, República Democrática de Corea, Eritrea, Namibia, Laos, Burundi, Zimbabue, Myanmar, Timor Oriental, Tayikistán, Omán, República Democrática del Congo, Nigeria, Guinea Ecuatorial, Mauritania, Mozambique, Togo y Venezuela.
En la declaración de apoyo a Venezuela los países "reconocen que es imperativo que todas las naciones respeten la soberanía" de la nación sudamericana de acuerdo a los principios de no interferencia en asuntos internos que dicta la carta de derechos de la ONU.
Afirman que solo el pueblo venezolano puede determinar su futuro sin intervención extranjera.
Apoyan al régimen venezolano "en su compromiso de mantener la paz y las instituciones democráticas en el país, así como su determinación de asegurar el pleno respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales" en ese país.
Apoyan el llamado al diálogo hecho por el presidente Maduro entre todas las partes del conflicto político, "para mantener la paz y garantizar la estabilidad de las instituciones democráticas en el país".
Encomian los esfuerzos de la UNASUR y los ex presidentes hispanoamericanos , junto con el enviado especial de la Santa Sede, "en favor de un diálogo político y la paz".
También apoyan unirse a otras naciones latinoamericanas y del Caribe para impulsar al diálogo político en Venezuela, incluidos: El Salvador, Nicaragua, República Dominicana, Uruguay y los países del CARICOM.
Condenan toda acción que interrumpa la paz, tranquilidad y estabilidad democrática de Venezuela "socavando sus instituciones democráticas y amenazando su soberanía".
Las naciones que apoyan a Venezuela creen que la comunidad internacional debe proveer capacitación y asistencia técnica basada en lo que pida el país interesado para responder a los retos de derechos humanos en el país.