El proceso de elección presidencial en Estados Unidos entrará la semana próxima en su recta final, con la apertura el lunes de la Convención Nacional del Partido Demócrata y posteriormente, una semana después, la del Partido Republicano.
La Convención Nacional Demócrata, que estaba prevista que se celebrara en Milwaukee, Wisconsin, se realizará ahora de forma virtual debido al riesgo que representa un evento al que se estima habrían asistido unas 50.000 personas, entre delegados, personal de apoyo, periodistas, seguidores y demás.
La decisión de Joe Biden de no viajar a Milwaukee para recibir la nominación, significó un duro golpe de unos 200 millones de dólares para la ciudad, que esperaba la significativa inyección que produciría la llegada de los miles de participantes.
De igual manera, Charlotte, Carolina del Norte, sufrirá la pérdida de unos 290 millones de dólares que esperaba recaudar durante la celebración de la Convención Nacional Republicana a finales de agosto, un acto que fue cancelado debido a que las autoridades locales rechazaron suavizar las restricciones adoptadas para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
La convención republicana pasó entonces a celebrarse en Jacksonville, Florida, pero el presidente Trump finalmente decidió cancelar el grueso de la misma y hacerla de forma virtual. Trump ha dicho que espera aceptar la nominación o bien en la Casa Blanca o bien el Gettysburg, escenario de una de las batallas más decisivas de la Guerra de Secesión.
¿Para qué una convención?
El proceso electoral estadounidense es diferente al de la mayoría de los países que se limitan a contabilizar los votos ciudadanos y eso da el resultado de quién ocupará la silla presidencial por el siguiente período.
En el sistema estadounidense, los votos de los ciudadanos deciden qué candidato gana cada uno de los estados y se lleva los votos de los delegados que cada estado representa.
El número de delegados depende en principio a la población de cada estado. El número de habitantes define el número de representantes al Congreso. Y cada estado tiene un delegado al Colegio Electoral por cada representante, más dos por los dos senadores que tiene cada estado.
Los candidatos tienen que ganar cada uno de 50 estados para atribuirse los votos electorales de cada uno de esos estados. En total, un candidato debe recibir 270 votos electorales para ganar la Presidencia.
También lea ¿Por qué solo cuentan dos partidos políticos en EE.UU.?Antes de llegar al día de las elecciones, los candidatos deben pasar por un proceso de elección primaria, en la que distintos aspirantes de cada partido se disputan la nominación de su partido para ser el candidato a la presidencia.
Joe Biden, el presunto nominado demócrata, pasó por un proceso de elecciones primarias en las que se enfrentó a su ahora compañera de fórmula, Kamala Harris, o el senador Bernie Sanders, entre otros.
“En cada primaria se eligen delegados que están adscritos a los candidatos en particular, que luego llegan a la convención y ellos son los que votan por los candidatos”, explicó el politólogo Eduardo Gamarra, de la Universidad Internacional de la Florida.
Durante las convenciones también se adoptan principios, objetivos y propuestas, conocidos como “la plataforma”, en la que se delinean planes de acción.
“La mayoría de las veces las plataformas son posiciones digamos idílicas, posiciones en las que se determina todo lo deseado, queremos un país más justo, libre, vamos a eliminar el desempleo. Se va a luchar contra la discriminación, etc.”, agregó el politólogo, Gamarra.
Tras la convención, los candidatos hacen nuevos recorridos por los estados que consideran no están aún asegurados y participan en varios debates televisados. Primero los de los candidatos a presidente y luego los de los candidatos a vicepresidente. Todo con miras a obtener la mayor cantidad de votos, que les aseguren los 270 votos de delegados electorales, para llegar, o permanecer en el caso de Trump, a la Casa Blanca.