El miércoles por la mañana Robert Broz recorría la zona rural de Suchitoto para ver “azacuanes”, nombre que dan los salvadoreños a las aves migratorias que viajan del hemisferio norte hacia el hemisferio sur en busca de temperaturas más cálidas. El recorrido no era un paseo, sino un ejercicio para no perder la práctica como promotor de turismo.
Broz es propietario de Gringo Tours y director de proyectos de Palo Alto Friends Meeting y El Salvador Projects; además es uno de los ciudadanos estadounidenses residentes en El Salvador que ya votó.
“Usé una nueva forma vía correo electrónico y fax. El proceso fue un poco complicado y solo está disponible en ciertos estados y condados”, explicó, aunque no sabe si es una forma nueva de votar implementada debido a la pandemia. Esta es la primera vez que vota en 25 años.
Visite un especial completo sobre las elecciones 2020 en EE.UU.
Robert llegó a El Salvador en 1994, cuando tenía 34 años de edad; nacido en Estados Unidos, pero de madre salvadoreña, afirma: “Vine para quedarme”. Pero tras 25 años sin ejercer el voto como ciudadano estadounidense, ¿por qué decidió votar esta vez?
“En las penúltimas elecciones en EE.UU. bajé el formulario porque me gustó Obama, pero al final no lo envié. En estas elecciones, aunque no tengo ninguna idea de regresar a vivir a USA, decidí votar pensando en la importancia de estas elecciones para el mundo, El Salvador y Estados Unidos”, dice el empresario.
Todo ciudadano estadounidense que vive en El Salvador puede ejercer su derecho al voto si aplica a la Solicitud de Tarjeta Postal Federal (FPCA), la cual debe entregarse por lo menos 90 días antes de las elecciones en las que se desea participar.
Según el sitio web del Programa Federal de Asistencia para el Voto (FVAP, por sus siglas en inglés) el uso de la FPCA garantiza que cada Estado envíe la boleta de votación a su ciudadano en el extranjero al menos 45 días antes de la elección.
También lea ¿Cómo influye EE.UU. en la economía de El Salvador?Los ciudadanos como Broz que se registraron a través de este sitio y que recibieron su boleta de voto ausente, debían enviar la boleta ya sea por correo electrónico o correo postal.
La embajada de Estados Unidos en El Salvador recomendó enviar las boletas de votación selladas a más tardar el 15 de octubre, pero de no ser posible antes de esa fecha, siempre iba a aceptarlas, sin garantía de que lleguen a tiempo.
A diferencia de Broz, que no votaba hacía 25 años, Noah Bullock, otro ciudadano estadounidense que vive en El Salvador siempre vota, aunque tenga que ser por correo. “Desde afuera voto por correo. Además de votar, siempre investigo a todos los candidatos, para conocer cuáles son sus plataformas, sus trayectorias de vida y tratar de tomar una decisión informada”.
Bullock, quien es director de Cristosal, una organización no gubernamental que promueve la defensa de los derechos humanos, considera que tanto en El Salvador como en Estados Unidos las elecciones tienen consecuencias.
“Para las personas que luchan para que haya cambios en el mundo, votar es un nivel muy mínimo de participación ciudadana. Después hay que ver cómo uno da seguimiento también para responsabilizar a los funcionarios públicos después de las elecciones”.
Las elecciones en Estados Unidos son el 3 de noviembre. Ningún ciudadano estadounidense puede votar físicamente en la embajada el día de las elecciones.