Cada cuatro años El Salvador inicia un debate a raíz de las elecciones en Estados Unidos y lo que eso supone para la la tercera mayor población de hispanos (junto con los cubanos) viviendo en el país norteamericano.
La relación política entre El Salvador y Estados Unidos ha estado marcada principalmente por un aspecto en los últimos 40 años: la migración. Esta ha puesto a prueba la capacidad de Washington de frenar la llegada de miles de centroamericanos que cruzan la frontera sur de Estados Unidos de manera ilegal, algo con lo que ha intentado acabar el presidente estadounidense Donald Trump.
La cuestión migratoria, así como la actual política exterior de El Salvador hacia la nación norteamericana, hacen que el resultado de las elecciones del 3 de noviembre, entre Trump, y su rival demócrata Joe Biden, ponga sobre la mesa variadas opiniones sobre una posible “nueva era Obama”, si gana Biden, o la reelección de un presidente conocido en Centroamérica por su política antiinmigrante, pero aliado clave en la lucha contra las pandillas.
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El exviceministro para los salvadoreños en el exterior, durante el pasado gobierno del expresidente Sánchez Cerén (2014-2019), y analista en política exterior Juan José García dijo en conversación con la Voz de América que la relación migratoria con Estados Unidos, durante la administración Trump, ha sido “una pesadilla” y que, de ser reelegido, El Salvador sabe lo que le espera en el tema.
Mientras que, en Biden aún no ve una postura clara. "La candidata a vicepresidenta tiene todo un pasado migratorio que sin duda le hace comprender mejor el drama de los migrantes. Pero todavía estamos en la incertidumbre con Biden”, explicó.
También lea EE.UU.: Juez federal bloquea aumento de costos de trámites de inmigraciónNo obstante, el experto en relaciones internacionales, política exterior e integración centroamericana Napoleón Campos, destaca que la administración Trump ha hecho un esfuerzo en el combate a la corrupción en la Centroamérica de los últimos cuatros años, sobre todo en países como Nicaragua, Honduras y Guatemala, y ese “esfuerzo” puede significar un cambio a favor en otros temas como la migración.
“En caso de que el presidente Trump sea reelecto, espero que los salvadoreños podamos tener un apoyo más amplio por parte de Estados Unidos en la lucha contra la corrupción; independientemente de que sean los corruptos de los 20 años de derecha, los 10 de la izquierda o de estos 16 meses del nuevo gobierno”, expresó a la Voz de América.
Si gana Biden, Campos espera que el demócrata renueve el compromiso con El Salvador iniciado por Trump.
Deportaciones
Entre 2001 y 2009, la administración del republicano George Bush deportó un promedio de 11.235 salvadoreños cada año. En el periodo de Obama, entre 2009 y 2017, la cifra promedio anual subió a 20.912. En la administración Trump ha sido de 16.170.
“Las propuestas del candidato Joe Biden parecen ir enfocadas al respecto de los derechos humanos de la persona migrante y el restablecimiento de la cooperación con los países de origen de la migración. Aunque en El Salvador conocemos los antecedentes del partido [Demócrata] con el presidente Barack Obama, que se caracterizó por ser «el deportador en jefe»”, dijo a la Voz de América César Ríos, director ejecutivo del Instituto Salvadoreño del Migrante en El Salvador.
Con el TPS pendiendo de un hilo, el resultado de las elecciones en Estados Unidos podría desatar una nueva ola de migrantes salvadoreños regresando a su país natal.
“Nuestro país siempre ha dependido de la política estadounidense a lo largo de los años. Muchas veces con chantajes sobre el tema migrante. Pero a pesar de eso, durante los gobiernos demócratas la injerencia fue menor, aunque siempre hubo injerencia”, opinó Manuel Flores, diputado del partido de izquierda Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
También lea ¿Cómo influye EE.UU. en la economía de El Salvador?Flores valora una posible actitud de Biden frente a la de Trump, pese a que recalca que la nación estadounidense no debería tener “injerencia” en asuntos de política interna. Un tema que siempre le ha criticado la izquierda parlamentaria salvadoreña a Estados Unidos; aunque nadie niega la importancia de esta migración para la economía salvadoreña: El Salvador recibió el año pasado $5.650 millones de dólares en remesas enviadas por los salvadoreños en Estados Unidos.
Un gobierno menos complaciente
A inicios de septiembre, el embajador estadounidense en El Salvador Ronald Johnson dijo sentirse preocupado por la “polarización” que vive El Salvador a menos de dos meses de las elecciones en Estados Unidos.
Los ataques a la prensa, la negativa del gobierno salvadoreño a cumplir las resoluciones de la Corte Suprema de Justicia y la tensión política entre el Ejecutivo y el Congreso —que llevó a una toma militar del palacio legislativo en febrero—, podrían ser razones para que El Salvador vea disminuir la ayuda económica de Estados Unidos los próximos años.
Pero hay sectores políticos en el país que creen que Estados Unidos ha sido complaciente frente a estos hechos y que un cambio de Gobierno en la nación norteamericana pondría freno a lo que llaman “una dictadura naciente” en el país centroamericano.
También lea La SIP denuncia “grave deterioro" de la libertad de prensa en El SalvadorJuan José García ve en Biden un antecedente sobre qué se puede esperar en términos políticos para la región. El programa 'Alianza para la prosperidad', del que formó parte El Salvador, fue conducido por Biden en la administración Obama y uno de sus temas principales fue el respeto al Estado de Derecho y a la división de poderes.
“El candidato Biden podría tener algún tipo de distanciamiento con el actual embajador en El Salvador”, apuntó además García.
Mientras que el analista Campos cree que con las cartas enviadas a El Salvador por los congresistas demócratas y republicanos hay una postura clara sobre lo que piensa Estados Unidos respecto al clima político en el país centroamericano.
El presidente Bukele se refirió a esta misiva durante una conferencia de prensa el pasado 25 de septiembre, y describió a los congresistas como "un grupo pequeño no representativo" de políticos estadounidenses; pero aseguró tener una cercana y positiva relación con el Gobierno del presidente Trump.
El embajador estadounidense en San Salvador suele ser muy amigable con Bukele en su comentarios en Twitter, mientras que otros republicanos como el congresista Rick Crawford, también hacen pública la buena relación entre Bukele y la actual administración estadounidense, lo que según analistas podría ser el principal talón de Aquiles para Bukele, si la Casa Blanca pasa a manos demócratas.
La Voz de América solicitó el 1 de octubre la posición del gobierno salvadoreño frente a lo expresado por los congresistas estadounidenses y sobre lo esperado en las elecciones en Estados Unidos. Al cierre de esta nota no hubo respuesta.