El presidente de Estados Unidos y la primera dama acompañaron a los familiares de las víctimas y damnificados de las explosiones en Texas.
El presidente Barack Obama oró con los residentes de West por las víctimas mortales de las explosiones en la planta de fertilizantes y agradeció la fortaleza y valentía de todos los voluntarios que colaboraron para salvar vidas.
"Nos reunimos aquí en Texas para llorar a los valientes hombres que pasaron por el fuego y todos aquellos que han sido separados de nosotros", exclamó Obama.
Citó a los Salmos de las Sagradas Escrituras: “Dios nos ha dado pruebas, pasamos por fuego y por agua y nos llevaron a un lugar de abundancia. Nuestro país ha pasado por días difíciles y recordamos a estos hombres. Sepan esto: aunque los ojos del mundo hubieran estado en otros sitios, nuestros corazones estaban aquí. Damos gracias a Dios por la valentía y pasión de este pueblo”.
Agregó que “no vivimos aquí pero somos vecinos, somos estadounidenses y no los olvidamos. Estaremos ahí”.
Expresó que “ninguna palabra puede describir la valentía que demostraron” las personas que murieron cumpliendo su deber. “Ofrezco el amor, el respaldo y las oraciones de la nación”.
Se refirió a las personas que perdieron sus casas: “Esas familias necesitan a sus amigos en todo el país. Dice la escritura: el amor de un amigo es para siempre”.
En la explosión de West las pérdidas superan los $100 millones de dólares. Murieron 14 personas y 200 están heridos.
"Nos reunimos aquí en Texas para llorar a los valientes hombres que pasaron por el fuego y todos aquellos que han sido separados de nosotros", exclamó Obama.
Citó a los Salmos de las Sagradas Escrituras: “Dios nos ha dado pruebas, pasamos por fuego y por agua y nos llevaron a un lugar de abundancia. Nuestro país ha pasado por días difíciles y recordamos a estos hombres. Sepan esto: aunque los ojos del mundo hubieran estado en otros sitios, nuestros corazones estaban aquí. Damos gracias a Dios por la valentía y pasión de este pueblo”.
Agregó que “no vivimos aquí pero somos vecinos, somos estadounidenses y no los olvidamos. Estaremos ahí”.
Expresó que “ninguna palabra puede describir la valentía que demostraron” las personas que murieron cumpliendo su deber. “Ofrezco el amor, el respaldo y las oraciones de la nación”.
Se refirió a las personas que perdieron sus casas: “Esas familias necesitan a sus amigos en todo el país. Dice la escritura: el amor de un amigo es para siempre”.
En la explosión de West las pérdidas superan los $100 millones de dólares. Murieron 14 personas y 200 están heridos.