El explosivo crecimiento del comercio de China con América Latina, que se ha multiplicado prácticamente por diez en la última década, es percibido como positivo por Estados Unidos.
El subsecretario adjunto de Estados para asuntos de América Latina, Arturo Valenzuela, transmitió la visión del gobierno estadounidense, al participar en Beijing de la cuarta ronda de conversaciones sobre América Latina, en el marco del Diálogo Económico y Estratégico Estados Unidos-China.
Según Valenzuela, Estados Unidos ve con beneplácito las inversiones de China en la región latinoamericana y descartó que sean vistas como una amenaza a sus intereses.
El diplomático estadounidense afirmó sobre las inversiones de China que “de ninguna manera son una preocupación, de ninguna manera son una amenaza".
Mejor aún, “el compromiso de China, la inversión y el comercio con los países del hemisferio occidental” en realidad “ayudan a fortalecer las economía y a crear empleos en los países" de la región, señaló Valenzuela.
Tal como lo recordó el diplomático estadounidense, América Latina representa el 40% del comercio global de Estados Unidos. Por su parte, para China la región ocupa el 5% del total del comercio exterior.
Lo que marca la diferencia, es la evolución del comercio de China con América Latina, que basado en las importaciones de materias primas latinoamericanas, y la venta de productos manufacturados a la región, se ha multiplicado por diez desde el año 2000.
Sin embargo, el subsecretario adjunto del Departamento de Estado, también recordó que Estados Unidos y China tienen una "coincidencia de objetivos" con respecto a América Latina. Las dos primeras economías del mundo, aspiran a aumentar el nivel de vida, mejorar la estabilidad política y fortalecer la seguridad en la región, afirmó Valenzuela.
Solamente en 2010, China ofreció un préstamo de $20.000 millones de dólares a Venezuela, concretó fuertes inversiones en Brasil y acaba de autorizar un préstamos de $1.000 millones de dólares a Ecuador.